VIOLENCIA EN ROSARIO

Vecinos saquearon la casa del presunto asesino del niño de 11 años

La policía detuvo al hombre que habría disparado contra el menor y los vecinos se organizaron para lincharlo: destrozaron un kiosco de drogas e incendiaron un "bunker narco".
lunes, 6 de marzo de 2023 · 19:48

Vecinos y amigos de la familia de Máximo Jerez, el niño de 11 años asesinado este fin de semana en Rosario por un tiro en la espalda, atacaron la casa de un dealer ligado a Cristian Carlos Villazón, un hombre preso por homicidio al que acusan de ser el capo narco del barrio “Los Pumitas” y al que vinculan con la balacera. La policía detuvo este lunes a un hombre sospechoso y los vecinos, enardecidos, destrozaron su vivienda y otros sitios más sospechosos de ser puntos de venta de droga. 

Los disturbios comenzaron cuando vecinos del barrio, entre ellos familiares de Máximo Jerez, se acercaron al domicilio de los sospechosos y comenzaron a atacarlo, lo que motivó la intervención de la policía, que disparó con postas de goma para dispersarlos. Después de que los efectivos detuvieran junto a sus hijos al presunto narco, los vecinos ingresaron al lugar y lo desmantelaron. 

Mientras la casa del sospechoso era derrumbada por un grupo de hombres que se ocupó de destruir las paredes de ladrillo de la casa y a llevarse todo lo que había en el interior, los vecinos aplaudían y “marcaban” otras casas como "kioscos de drogas". Así, se trasladaron a otro presunto búnker para seguir con los saqueos. A partir de esto, la policía detuvo su intervención ante el accionar descontrolado de la gente. Incluso, incendiaron una propiedad mientras había personas todavía adentro llevándose las pertenencias. 

 

“Reaccionamos así por mi sobrino. Amenazaron a mi hermana, que está en el hospital. El señor [Villazón] fue a amenazar a Margarita [madre del chico]. Yo estoy jugada. Cuando todo termine, a nosotros nos van a cagar a tiros, ya lo sabemos”, dijo la tía de Máximo al canal de noticias TN.

 

El domingo a las 2:30 de la madrugada, ocurrió una balacera en un kiosco ubicado en el barrio Empalme Graneros, en el noroeste de la ciudad rosarina. Según detalló la policía, al menos dos hombres aparecieron por la zona esgrimiendo armas de fuego y comenzaron a disparar contra el grupo de personas que se encontraban en la vereda. Un niño de 11 años perdió su vida. Además, dos chicos de 13 años también fueron alcanzados por las balas y una beba de 2 años recibió un disparo en el brazo. Uno de los chicos tuvo que ser intervenido, pero evoluciona favorablemente. El resto, se encuentra con pronóstico estable y se recuperan en el Hospital del Niño de Zona Norte. 

 

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