La Cámara de Diputados volvió a registrar fricciones este miércoles, cuando la oposición se vio impedida de convertir en ley el proyecto que regula el uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). A pesar de que la iniciativa contaba con 140 votos a favor en la votación general, los cambios en la postura de legisladores en el artículo 3, que establece que un DNU pierde vigencia si no es aprobado por el Congreso en 90 días, hicieron que no se alcanzara la mayoría absoluta necesaria para su sanción.
Entre los diputados que votaron a favor en la general pero luego rechazaron el artículo 3 se encuentran: Eduardo Falcone y Oscar Zago (MID), Carlos D’Alessandro y Gerardo González (Coherencia), y Álvaro González, Sofía Brambilla y Héctor Baldassi (PRO). Esto evidencia cómo legisladores vinculados a diferentes fuerzas políticas modificaron su postura frente al contenido específico del artículo que buscaba limitar los DNU.
La Coalición Cívica mostró un comportamiento mixto: Juan Manuel López, Victoria Borrego y Marcela Campagnoli votaron a favor en la general, pero luego se abstuvieron en el artículo 3. Los radicales Karina Banfi y Fabio Quetlas adoptaron la misma estrategia, apoyando la votación general y absteniéndose en el artículo.
Otros legisladores se ausentaron en la votación del artículo 3, como Facundo Manes (Democracia para Siempre) y Tania Bertoli (Unión por la Patria), pese a haber respaldado la iniciativa en la votación general. En contraste, Silvia Lospennato (PRO) no participó en la votación general, pero posteriormente votó en contra del artículo 3. Además, Ana Clara Romero (PRO), Jorge Avila (Encuentro Federal), Melina Giorgi (Democracia para Siempre) y Ricardo López Murphy se abstuvieron inicialmente y luego votaron en contra del artículo.
En cuanto al respaldo inicial del proyecto, los 140 votos a favor provinieron de Unión por la Patria, Democracia para Siempre, Encuentro Federal, cuatro diputados de la UCR, tres del PRO y seis del bloque Desarrollo y Coherencia. Sin embargo, al analizar la votación del artículo 3, la suma cayó a 127 votos, insuficiente para lograr la mayoría necesaria y, por lo tanto, la reforma no pudo avanzar.
Por su parte, la bancada que rechazó el proyecto incluía, además de La Libertad Avanza, al grueso del PRO, la Liga del Interior, Producción y Trabajo, Por Santa Cruz, y a los radicales Pamela Verasay y Lisandro Nieri, ambos alineados con el gobernador Alfredo Cornejo.
El resultado refleja la fragmentación y volatilidad de los bloques legislativos, donde las diferencias entre la votación general y la específica de artículos clave pueden determinar el éxito o fracaso de una reforma. En este caso, el artículo 3 se convirtió en el epicentro de la discusión, evidenciando la complejidad de alcanzar consensos que limiten las facultades del Ejecutivo sin desestabilizar los acuerdos internos de los distintos partidos y provincias.