En una sesión especial de la Cámara de Diputados, la oposición logró aprobar este miércoles una reforma al régimen de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que busca restringir las facultades del presidente Javier Milei para dictar normas sin pasar por el Congreso.
Durante el debate, el proyecto original sufrió modificaciones de forma y contenido, por lo que deberá volver al Senado antes de convertirse en ley.
La iniciativa establece que el Congreso tendrá un plazo máximo de 90 días corridos para expedirse sobre la validez de cada DNU. En caso de no hacerlo dentro de ese período, el decreto quedará automáticamente sin efecto.
Otro de los puntos centrales de la reforma es que los decretos deberán contar con la aprobación expresa de ambas Cámaras del Congreso —Diputados y Senadores— para mantener su vigencia. Esto representa un cambio clave respecto del sistema actual, que permite al Ejecutivo sostener un decreto mientras no sea rechazado por ambas Cámaras.
De esta forma, la reforma reduce el margen de maniobra del Poder Ejecutivo y fortalece el control parlamentario sobre las decisiones tomadas por decreto, en un contexto en el que el oficialismo no cuenta con mayoría legislativa.
En caso de ser ratificada por el Senado, la norma obligará al Gobierno nacional a negociar acuerdos y consensos políticos más amplios para sostener su agenda, limitando el uso de los DNU como herramienta central de gestión.