Un brote de fiebre tifoidea en la localidad de Ciudadela, partido de Tres de Febrero, generó preocupación en la provincia de Buenos Aires y temen que se extienda a todo el país. Hasta el momento, se confirmaron al menos 10 casos, hay tres más en investigación, y se estudia la muerte de una mujer posiblemente relacionada con esta enfermedad bacteriana. Las primeras hipótesis señalan una posible contaminación del agua como el foco del contagio, lo que encendió las alertas sanitarias en la zona.
La fiebre tifoidea es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Salmonella enterica serotipo Typhi. Se trata de una infección que afecta principalmente el intestino y puede diseminarse a la sangre, provocando síntomas graves e incluso, si no se trata a tiempo, complicaciones potencialmente mortales.
¿Cómo se contagia la fiebre tifoidea?
Esta enfermedad se transmite, por lo general, a través del consumo de agua o alimentos contaminados con materia fecal de personas infectadas. Por eso, su aparición suele estar asociada a condiciones sanitarias deficientes o al uso de fuentes de agua no seguras.
En el caso del brote en Ciudadela, se investiga el uso de un tanque de agua compartido proveniente de un pozo, que no está conectado a la red pública. Según informaron autoridades del Ministerio de Salud bonaerense, el problema podría haberse originado a raíz de un corte en el suministro a fines de enero, que habría favorecido la contaminación del tanque.
¿Cuáles son los síntomas de la fiebre tifoidea?
Los síntomas de la fiebre tifoidea suelen aparecer entre 6 y 30 días después del contagio, y pueden incluir:
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Fiebre alta y persistente
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Dolor abdominal
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Malestar general
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Diarrea o estreñimiento
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Náuseas y vómitos
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Dolores musculares
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Pérdida de apetito
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Manchas rosadas en el pecho o abdomen
Sin tratamiento, puede derivar en complicaciones como perforación intestinal o infecciones generalizadas. Por eso, es fundamental consultar rápidamente a un médico ante la aparición de estos síntomas.
¿Cómo se trata la fiebre tifoidea?
El tratamiento de la fiebre tifoidea se basa en el uso de antibióticos específicos, como ciprofloxacina o azitromicina, que deben ser indicados por un profesional de la salud. En casos leves, el paciente puede recuperarse en casa, pero si hay complicaciones, puede ser necesaria la hospitalización.
La detección y el tratamiento temprano son claves para reducir la mortalidad, que en algunos contextos puede alcanzar hasta el 10% sin atención médica adecuada.
El brote está siendo monitoreado por el Ministerio de Salud bonaerense. Se están realizando análisis del agua y de alimentos en los edificios afectados para confirmar el origen de la contaminación. Además, se recomendó a los vecinos no consumir agua del pozo y utilizar solo agua potable para cocinar, beber y lavar utensilios.