Este miércoles, decenas de jubilados que se convocan semanalmente frente al Congreso de la Nación se vieron nuevamente rodeados por un operativo de Gendarmería y Policía Federal, cuando intentaban realizar su tradicional “semafóricas” -cruce con carteles y semáforos en mano- para reclamar un incremento de haberes, la extensión de la moratoria previsional y la actualización del bono, que permanece congelado en $70.000.
La manifestación, que hasta el mediodía había transcurrido con pancartas y cánticos, derivó en tensión luego de que la sesión especial en Diputados se cayera por falta de quórum.
Esta no es la primera vez que la protesta culmina con escenas de represión. La semana pasada, la Policía había reprimido a jubilados y al padre Paco Olveira, quien terminó en el suelo tras el enfrentamiento, y se registraron algunas detenciones. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, instrumentó un “protocolo antipiquetes” que habilita a las fuerzas federales a prevenir bloqueos viales y desalentar las concentraciones frente al Congreso.