A través de sus redes sociales, el gobernador Axel Kicillof mostró su entusiasmo por el Congreso justicialista de la provincia de Buenos Aires, que se realizó sin sin la presencia del referente de La Cámpora, Máximo Kirchner.
“Se acordó consolidar un gran frente que, en las próximas elecciones legislativas, funcione como escudo y ponga un freno a la motosierra que hoy arrasa derechos y sueños en nuestra provincia y en toda la Argentina”, afirmó.
El gobernador provincial reconoció las diferencias que existen dentro del peronismo, a las que calificó como “miradas distintas”, pero sostuvo que hay “una urgencia que supera cualquier diferencia o disputa”.
“En cada plenario, militantes, trabajadores y vecinos nos piden lo mismo a los dirigentes: vayan juntos”, remarcó.
Kicillof aseguró que la motosierra de Milei “se está volviendo cada vez más despiadada”, y su autoritarismo “dejó de ser solo un discurso para convertirse en una durísima realidad: La lista es larga y oscura: persecución de militantes, salvaje represión en las protestas, acoso sobre quienes critican, demonización de periodistas, condena a Cristina Kirchner, ataque permanente desde el Estado a las mujeres y a las disidencias”.
Otro de los puntos en donde lo juzgó al Presidente fue sobre su plan económico, el cual “agudiza la desigualdad, multiplica las privaciones, aumenta el desempleo y castiga la producción y el trabajo” de la provincia bonaerense.