El presidente Javier Milei decidió intervenir directamente en las tensiones internas de La Libertad Avanza (LLA) luego de la derrota en las elecciones legislativas bonaerenses, donde el oficialismo quedó más de trece puntos abajo. En la Casa Rosada consideran que es urgente ordenar a la militancia, limar asperezas entre Karina Milei y Santiago Caputo, y relanzar la campaña nacional con vistas a octubre.
Este martes, Milei se comunicó con Daniel “Gordo Dan” Parisini, un referente libertario que había cuestionado con dureza a Eduardo “Lule” Menem y Sebastián Pareja, responsables del armado de listas. Parisini acusó a ambos de incluir “infiltrados opositores” y reclamó que dejaran sus cargos. Desde el Gobierno aseguran que el Presidente escuchó sus críticas pero ratificó que tanto Pareja como Lule seguirán en funciones, al menos hasta las elecciones nacionales.
Las diferencias dentro del oficialismo no son nuevas. El cierre de listas en Buenos Aires dejó a la agrupación “Las Fuerzas del Cielo”, que responde a Santiago Caputo, sin peso en la definición de candidaturas. Esa tensión se profundizó con el rol de Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, y generó desconfianza en la relación entre Caputo y Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia y principal armadora política del espacio.
En paralelo, se multiplicaron las críticas a la campaña provincial, especialmente al uso del slogan “Kirchnerismo Nunca Más”, que varios sectores del oficialismo consideran insuficiente para motivar al electorado.
Con la mirada puesta en las elecciones del 26 de octubre, en el Gobierno trabajan en un acto de lanzamiento nacional y en una gira presidencial por provincias clave como Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Buenos Aires. La idea es reforzar el mensaje económico y buscar mayor cercanía con la militancia.
La estrategia que impulsa Milei consiste en darle a Caputo un rol exclusivo en el diseño de la campaña nacional, mientras que Karina Milei conservaría el control del armado político de LLA.