El escándalo por la criptomoneda Libra no deja de crecer. Mientras la comisión investigadora busca respuestas, los funcionarios del Gobierno de Javier Milei siguen faltando a las citaciones.
Este martes volvió a repetirse la misma postal: bancas vacías. No aparecieron ni el titular de la Oficina Anticorrupción, Alejandro Melik, ni la funcionaria del Ministerio de Justicia, María Florencia Zicavo. La oposición estalló y pidió a la Justicia que autorice llevarlos a declarar por la fuerza pública.
La situación también salpica a la hermana del presidente. Karina Milei debía presentarse, pero viajó a Estados Unidos como parte de la comitiva oficial. Ahora, tiene una última oportunidad: el martes 30 de septiembre. Si no asiste, la comisión podría seguir el mismo camino y reclamar su comparecencia obligatoria.
Ese mismo día fueron convocados otros nombres de peso: el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; los empresarios detrás de Libra, Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy; y el ex asesor de la Comisión Nacional de Valores, Sergio Morales.
Pero la lista de ausentes no termina ahí. Tampoco asistieron el presidente de la CNV, Roberto Silva, ni el titular de la UIF, Paulo Starc. Ambos argumentaron estar fuera del país, aunque deberán presentarse en la nueva fecha fijada.
La tensión crece en el Congreso. Diputados de distintos bloques también pidieron al procurador Eduardo Casal que habilite el acceso al expediente judicial, algo que el fiscal Eduardo Taiano les negó. Desde el oficialismo, el libertario Nicolás Mayoraz acusó a la oposición de “querer entorpecer” la investigación judicial.
Mientras tanto, las sospechas se acumulan y las respuestas siguen sin aparecer. El caso Libra se convirtió en un boomerang político que nadie en el Gobierno parece querer enfrentar de frente.