Diversos sectores de la industria audiovisual y organizaciones políticas se movilizaron este martes frente a la sede del INCAA en el centro porteño para expresar su rechazo al anuncio del Gobierno de cerrar el canal Cine Ar y privatizar la plataforma de streaming Cine Ar Play, en un contexto de recortes presupuestarios en el área de la cultura.
Entre los manifestantes estuvo el diputado del Frente de Izquierda, Alejandro Vilca, quien señaló que el cierre de Cine Ar representa un ataque a la producción nacional y a la cultura popular. "¡No al cierre de Cine.Ar! El ajuste cultural es un ataque a la producción nacional, al acceso al cine popular y al derecho a la cultura. Acompañamos el reclamo y exigimos la reapertura inmediata de Cine Ar TV y la plataforma Cine.ar Play", expresó Vilca en la protesta.
Vilca también reclamó que se garantice el empleo en el INCAA sin despidos ni "retiros voluntarios forzados", y enfatizó la necesidad de una mayor inversión pública en la cultura nacional. "Hay que enfrentar a este gobierno ahora", agregó el legislador, quien estuvo acompañado de otros dirigentes del Frente de Izquierda como Myriam Bregman, candidata a diputada nacional por la ciudad de Buenos Aires.
Por su parte, las asociaciones integrantes del Espacio Audiovisual Nacional (EAN), como Argentores, APIMA (Asociación de Productores/as Independientes de Medios Audiovisuales) y el Colectivo de Cineastas (CAC), también se sumaron a la protesta. En un comunicado, EAN advirtió que el cierre y privatización de los espacios como Cine Ar significan "la negación de la diversa producción audiovisual nacional", en un contexto donde las salas de cine están monopolizadas por producciones internacionales. "Cerrar y privatizar estos espacios implica la exclusión de la sociedad del acceso a nuestra cultura", señalaron las organizaciones.
La plataforma Cine Ar, creada en 2015, cuenta con más de 2,6 millones de usuarios registrados en Argentina y el exterior. Además, se destaca como el único servicio de streaming gratuito de cine nacional, lo que ha permitido el acceso a una amplia variedad de producciones locales tanto en el país como en el extranjero.
La protesta, que congregó a representantes de la industria audiovisual y políticos del ámbito nacional, se centró en la exigencia de revertir la decisión del gobierno y garantizar la continuidad de Cine Ar como un espacio de promoción y difusión de la cultura nacional.