Cristian Ariel Oficialdegui, no se sabe bien todavía urgido por qué motivo, decidió secuestrar a su ex pareja. Agente de la Policía de Santa Fe, cumplió su propósito armado con su pistola reglamentaria. No es raro que un uniformado se proponga delinquir, al menos en Argentina: es más frecuente de lo que uno puede imaginarse. Oficialdegui tuvo la mala suerte de cruzarse con gendarmes, advertidos de lo que pasaba. En Rosario, esto también puede suceder. Hubo un tiroteo, y el policía cayó herido de muerte.
Oficialdegui era subinspector, y estaba de licencia médica desde abril de 2023, según informó este domingo la fiscalía. Se presentó en la casa de su ex pareja y la obligó a subirse a su vehículo, un Renault Megane. El hecho ocurrió en Sorrento al 1600, en la zona norte de Rosario, minutos antes de las 7.
A las pocas cuadras, la mujer secuestrada logró arrojarse del auto en movimiento, y huir raudamente de vuelta a su casa. El policía disparó su arma por primera vez. El balazo dio contra el pavimento. Llegó hasta la casa en la que se había resguardado el objeto de su desvarío, y volvió a disparar, al aire, cuando se acercaron vecinos convocados por el griterío.
A esa altura de las cosas, en medio de un pandemónium, llegaron al lugar dos gendarmes, que habían sido alertados por teléfono de que se registraba un caso grave de violencia de género. Oficialdegui los enfrentó, sacando otra arma de entre sus ropas. Protegido con un chaleco antibalas y con un arma en cada mano, el policía se enfrentó a balazos con los gendarmes.
Primero, uno de los uniformados de la fuerza nacional fue herido en un pie. Después, arreció la balacera, y el policía cayó, con tres impactos en el cuerpo, sin que el chaleco le sirviera demasiado. Murió allí, rápidamente desangrado, con sus motivos muertos en el mismo instante.
El fiscal que investiga el caso, Lisandro Artacho, ordenó revisar las cámaras de seguridad de la zona, tomar testimonios y realizar las pericias balísticas.