En un mundo donde la cámara del celular es casi tan importante como hacer llamadas, resulta sorprendente que haya personas dispuestas a pagar una fortuna por teléfonos sin ninguna capacidad fotográfica. Sin embargo, existe un mercado creciente para los iPhone modificados que eliminan por completo sus cámaras, y no se trata de un capricho, sino de una necesidad.
La empresa responsable de esta peculiar transformación se llama NonCam, y tiene sede en Singapur. Su negocio consiste en modificar modelos de iPhone para remover todas sus cámaras, tanto frontales como traseras, y ofrecer un dispositivo que no puede capturar imágenes de ningún tipo. Lo que parece una contradicción frente a la tendencia actual de mejora constante en los sensores y lentes, es en realidad una solución para un público muy específico.
Entre los principales compradores de estos iPhone sin cámaras se encuentran organizaciones que manejan información altamente sensible. Es el caso de laboratorios científicos, instalaciones militares y compañías energéticas en zonas como Medio Oriente. En estos entornos, la posibilidad de tomar fotografías podría representar un riesgo para la seguridad o la confidencialidad de los proyectos.
Por ejemplo, en las fuerzas armadas y la industria de defensa, está estrictamente prohibido el uso de dispositivos con cámara. Reemplazarlos por teléfonos Apple modificados ofrece una opción confiable y segura sin sacrificar la experiencia de usuario, que muchas veces se ve degradada al optar por modelos básicos o de baja gama sin cámara.
Aunque parezca extremo, este nivel de personalización no es barato. Algunos de estos iPhone modificados pueden costar hasta cinco veces más que su valor original. Modelos como el iPhone 7 u 8, lanzados hace varios años, pueden alcanzar precios cercanos a los 1.700 dólares tras su conversión.
Para quienes buscan una alternativa más accesible, NonCam ofrece un kit de modificación que incluye herramientas especializadas, una carcasa sin módulos de cámara y adhesivos resistentes al agua. El paquete, pensado para usuarios con conocimientos técnicos, cuesta 250 dólares y se puede encargar desde su sitio web.
Además de clientes del ámbito militar y energético, NonCam también recibe pedidos de escuelas religiosas en países donde se prohíbe el uso de celulares con cámara. Incluso citan en su web el “dolor” de usar teléfonos básicos como una motivación para ofrecer iPhones personalizados, sin renunciar a calidad ni rendimiento.
Actualmente, la empresa vende modelos como el iPhone SE (2020), y también versiones más antiguas como los iPhone 8, 7, 6S, e incluso los históricos 4 y 4S. En tiempos donde la privacidad es cada vez más valorada, el iPhone sin cámara parece haber encontrado su lugar en el mercado.