Durante siglos, esta pregunta dividió opiniones, generó debates filosóficos e inspiró memes: ¿qué fue primero, el huevo o la gallina? Aunque parezca una simple curiosidad, detrás de esa duda se esconde uno de los dilemas evolutivos más interesantes que la ciencia moderna logró esclarecer. Y sí, hay una respuesta basada en evidencia.
En 2010, un equipo de científicos de las universidades británicas de Sheffield y Warwick pareció inclinar la balanza en favor de la gallina. Su estudio reveló que una proteína llamada ovocleidina-17 (OC-17), esencial para endurecer la cáscara del huevo, solo se produce en los ovarios de la gallina. Según esa lógica, para que exista un huevo con cáscara como el que conocemos hoy, primero tuvo que existir una gallina.
Sin embargo, esta explicación, aunque válida a nivel bioquímico, no resuelve el dilema desde el punto de vista evolutivo. Para la biología moderna, el consenso es otro: el huevo fue primero. ¿Por qué? Porque mucho antes de que existiera la gallina como especie, ya había animales (como peces, anfibios y reptiles) que se reproducían a través de huevos. Pero incluso si nos restringimos a “el huevo de gallina”, la ciencia aún apuesta por el huevo.
La clave está en la mutación genética. En algún punto de la evolución, dos aves que no eran gallinas exactamente se aparearon, y la combinación genética de sus gametos produjo un embrión con una mutación específica que dio origen a la primera gallina. Ese embrión, claro, se desarrolló dentro de un huevo. Así, la primera gallina nació de un huevo puesto por un no-gallina.
Desde esta perspectiva, el huevo de gallina fue primero, no porque siempre existió, sino porque la gallina surgió dentro de él, como resultado de un salto evolutivo. La proteína OC-17 podría haber estado también presente en especies previas muy similares, por lo que no contradice del todo esta visión.
Así, el dilema eterno encuentra su resolución científica: si hablamos de “el huevo” como estructura biológica, no hay dudas de que existía millones de años antes que la gallina. Y si hablamos de “el huevo de gallina”, la mutación que dio lugar a la primera gallina también ocurrió dentro de un huevo.
Entonces, ¿qué fue primero? La ciencia responde: el huevo. Puede que no sea la respuesta más intuitiva, pero sí la más coherente con lo que sabemos sobre genética, evolución y el origen de las especies. Al menos por ahora, el misterio está resuelto.