La Navidad es sinónimo de unión, regalos y buenos deseos, pero también está rodeada de supersticiones que, según las creencias populares, pueden marcar cómo será el año que comienza. Hay gestos y rituales que conviene evitar para no atraer mala energía ni escasez.
Entre las prácticas que se consideran negativas, se destacan cinco: pelear o discutir durante la cena, ya que se cree que inaugura el nuevo año con conflictos; brindar con la copa vacía, interpretado como un símbolo de mala suerte; usar platos descartables, visto como un gesto que atrae pobreza y falta de unión; tener la casa sucia, lo que bloquearía la abundancia en el cierre del año; e irse a dormir sin pedir un deseo, una tradición que conecta con la esperanza y los sueños.
Del otro lado, las supersticiones también sugieren qué sí hacer: compartir la mesa con seres queridos, agradecer lo vivido y brindar con alegría. Incluso recomiendan pronunciar una frase antes del brindis para atraer prosperidad: “Brindo por la abundancia, la salud y las oportunidades que llegan a mi vida en 2026”.
Según estas creencias, las palabras tienen fuerza especial en Navidad porque se asocian a la unión y los nuevos comienzos. Por eso, un brindis cargado de intención positiva puede ayudar a enfocar la mente en lo que se quiere manifestar, reemplazar pensamientos de escasez por abundancia y arrancar el año con optimismo.