PLAN GAS

Las restricciones condicionan el Proyecto Fénix en la cuenca Austral

La administración de Alberto Fernández se encuentra en una encrucijada con el Plan Gas y el desarrollo del millonario proyecto Fénix. Las empresas se comprometieron el acompañamiento al plan.
martes, 27 de octubre de 2020 · 00:00

El Gobierno Nacional intenta por todos los medios sostener e incentivar la actividad gasífera en el país con el Plan Gas 4 (PG4), y para ello está conversando con las principales operadoras con la intención de obtener el apoyo inexorablemente del capital privado.

Los desequilibrios macroeconómicos, la falta de confianza y expectativas, los controles cambiarios y la restricción en la circulación de dinero contribuyeron a que los grandes proyectos gasíferos queden relegados por algunos años.

La totalidad de las grandes empresas adherirán al PG4 como forma de apoyar la intención del gobierno, pero los analistas consideran que será difícil disponer de créditos y tasas como plantea la actual administración Fernández.

Un aspecto del análisis que, aparentemente no se ha tenido en cuenta, es el riesgo país que ronda los 1400 puntos. El plan presupone asumir inversiones de USD 2.000 millones con préstamos internacionales a 5 años y a una tasa de 5% anual, algo que en el mercado es difícil de encontrar.

Aun así, el Gobierno Nacional intenta buscar mecanismos para frenar la declinación, incentivar la producción y sustituir el gas importado de Bolivia y el barco metanero durante los próximos tres años. En este contexto, el anhelado plan solo resuelve el declino de la cuenca neuquina dejando a la deriva el proyecto Fénix que demandará una inversión del orden de los U$D 1.000 millones.

El proyecto contempla la perforación de tres pozos y la construcción de un gasoducto submarino hasta tierra, para luego inyectar la producción al troncal Gral. San Martin que a la fecha mantiene una capacidad de transporte ociosa.

La reactivación de los bloques Carina, Aries y el proyecto Fénix representan cubrir la máxima capacidad del transporte del gasoducto Transmagallánico, incrementar la renta petrolera para Tierra del Fuego y compensar en los próximos años la falta de capacidad de transporte que tendrán el Neuba I y Neuba II.

El gasoducto Gral. San Martin tiene una longitud de 4.590 Km y una capacidad de transporte final de 31 millones de metros cúbicos día. En la actualidad, la declinación de los yacimientos de la cuenca Austral genera una capacidad ociosa de transporte del orden de los 7 millones de M3/d.

El inconveniente que presenta el proyecto más allá de las condiciones macroeconómicas es la necesidad de contratar un buque perforador desde la costa brasilera. El país carioca mantiene una actividad sostenida en el off shore y su contratación requerirá condiciones especiales que el actual contexto económico y financiero no lo permite.

Bajo este escenario, las operadoras que integran el consorcio le aseguraron al Gobierno Nacional la participación y acompañamiento en el Plan Gas 4; pero en las conversaciones que mantuvieron se entendió que no podrían llevar adelante el proyecto Fénix ni frenar la declinación de la cuenca Austral.

En definitiva, la falta de demanda global y las restricciones monetarias impuestas por el gobierno juegan un papel importante en los grandes proyectos gasíferos. Vaca Muerta no escapa a este contexto, y si bien tiene asegurado el PG4 tendrá que recuperar los set de fractura que emigraron del territorio neuquino por las mismas condiciones que un buque perforador le es difícil llegar al extremo austral del país.

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