Un caso de trata de personas mantiene en vilo a Zapala luego de que la fiscal Karina Martínez Stagnaro pidiera que se elevara juicio contra una familia que engañaba a un grupo de personas que quería mejorar su economía y su poder adquisitivo. Los apuntados tienen nacionalidad boliviana y viven en San Martín de los Andes.
El modus operandi de este matrimonio era captar víctimas desde Bolivia, ofreciéndoles buena remuneración económica y, una vez que aceptaban, se alejaban de sus entornos familiares. Entonces cuando se percataron que la situación no se dio tal cual pensaron, las víctimas fueron sometidos a condiciones de hacinamiento y no recibieron un alimentación adecuada.
Fuentes consultadas indicaron que por las noches no comían ni tampoco accedían a la totalidad de su sueldo. Otro dato fuerte es que estas personas ingresaban al país como turistas y posteriormente se quedaban trabajando en los comercios de sus compatriotas.