JUICIOS ABREVIADOS
Sumó su segunda condena por homicidios en Cinco Saltos
Raúl Alfredo Castellano mató a Juan Marcelo Gareca -en febrero- y a Fabián Aedo Mardones -en junio-. Se hizo cargo de ambos.Un acuerdo de partes, en el que el acusado admitió su responsabilidad en un asesinato, impidió la realización de un juicio por jurados en Cipolletti. Es que Raúl Alfredo Castellano admitió ser el autor del disparo que dejó parapléjico a Fabián Aedo Mardones, el 21 de junio de este año en Cinco Saltos, y quien murió el 8 de octubre después de tres meses en terapia intensiva. Castellano fue sentenciado a 10 años y 8 meses por otro crimen, en el que también admitió su responsabilidad.
Este jueves estaba prevista la audiencia de control de acusación, pero antes de su producción, la fiscalía y la defensa le informaron a la jueza María Florencia Caruso que habían arribado a un acuerdo.
De acuerdo con lo informado oficialmente, Castellano aceptó la calificación legal del episodio (homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación de arma de fuego) y el cúmulo de pruebas testimoniales y científicas que basaron la acusación en su contra.
El episodio ocurrió el 21 de junio a las diez de la noche en la vereda de Rivadavia 1016 de Cinco Saltos. Mardones se encontraba sentado en el cordón de la vereda y fue sorprendido por Castellano quien, portando un arma calibre 22 y sin mediar palabra alguna, le efectuó un disparo al cráneo al que las pericias certificaron que fue a entre 30 y 60 centímetros de distancia. Tras el episodio, la víctima fue internada en el hospital de Cinco Saltos donde se le diagnosticó una paraplejia, pero murió el 8 de octubre.
Una vez aceptada la responsabilidad por parte del imputado, la jueza Caruso homologó el acuerdo y pidió a la Oficina Judicial que se fije la audiencia de determinación de la pena para febrero del año próximo.
Castellano fue sentenciado por otro asesinato por el que fue juzgado y considerado culpable: el de Juan Marcelo Gareca, de 29 años, a quien también mató de un tiro en el cráneo y arrojó su cadáver al canal grande.