Un patrullero de la policía neuquina fue advertido, por el conductor de un vehículo, de que un hombre, con el torso desnudo, andaba armado con un gran revolver y apuntándole a la gente que pasaba en auto, en plena calle y al rayo del sol.
La patrulla empezó rápidamente a buscar en la zona indicada, y en la intersección de las calles Fitipaldi y Venado Tuerto vio al hombre en cuestión: semidesnudo y armado.
Cuando el sujeto, de unos 27 años, vio a la policía, salió corriendo, pero a los pocos metros fue detenido por los efectivos. El hombre estaba como rabioso. Forcejeó con los uniformados hasta que se le cayó el revólver: un 44 magnum, arma temible.
Fue trasladado, esposado, a la comisaría 16. El arma fue secuestrada. Por suerte, no hubo ningún herido: el revolver no fue gatillado en ninguna ocasión.
El hombre era sometido a pericias psicológicas. Todavía no se sabe cuál fue la causa de su conducta, propia de una película más que de la relativamente tranquila rutina de un domingo caluroso.