HISTORIA EN ZAPALA
El muchacho que se metió preso solo
Un hecho curioso y poco frecuente, apenas pasada la medianoche del viernes, en la Comisaría del Menor y la Mujer.Algo debe haber cambiado en la humanidad, porque en otras épocas, esto no pasaba. Y sucedió en Zapala, un lugar aguerrido, con historias de bandidos y héroes que competían en valentía, para ganarle a lo agreste del terreno, a lo duro del clima. Algo ha cambiado, y hoy se tuvo noticia de una situación difícil de creer. Un muchacho que fue, y se metió solo en el calabozo. Prácticamente, es lo que pasó.
La policía informó escasamente, como es costumbre. El hecho ocurrió en los primeros minutos de este sábado. A la sede de la Comisaría del Menor y la Mujer, entró un hombre joven, 21 años. Dijo que quería presentar la denuncia de una situación ocurrida hacía poco, un "altercado", dijo la policía, que había mantenido con una mujer.
Mientras hablaba y contaba el hecho que había sido el motivo de su inusual visita a la comisaría, a esas horas avanzadas, sus interlocutores, entrenados para sospechar, observaron que el muchacho estaba nervioso, y que, como en un acto reflejo, se tocaba con la mano la cintura. Una y otra vez. Una y otra vez.
El gesto terminó por llamar a la curiosidad de los policías. Dieron vuelta al mostrador y lo palparon de armas al cada vez más nervioso joven denunciante. Y encontraron un arma. Una pistola calibre 22, cargada. En el bolsillo de la campera.
La situación viró inmediatamente hacia otra: el arma fue rápidamente incautada. El joven, demorado, ya no por el trámite, sino por haber entrado armado a la sede policial. Y todo lo que de allí vendría: ¿Qué hacía con el arma? ¿Qué había pasado con la mujer del altercado? ¿Cómo se le ocurrió entrar con arma y todo a narrar lo acontecido?
Tal vez se sepa, en próximos capítulos.