CONTINÚA GRAVE
El niño baleado por "San la Muerte" sigue en coma
Le practican diálisis por un problema renal y no pudieron bajarle el nivel de fármacos para despertarlo.
El sobrino de "San la Muerte" Godoy, quien recibió un balazo de su tío, continúa internado Terapia Intensiva Pediátrica y su estado sigue siendo grave, ya que permanece en coma y con problemas renales graves, por los que esta siendo dializado. El autor del disparo, fue detenido ayer por la mañana en el bajo neuquino.
La noticia por la detención de Juan Octavio Godoy no le cambió el triste panorama que vive la familia, que desde el 19 de septiembre permanece en una casilla rodante afuera del Sanatorio Juan XXIII de Roca, donde el niño de 12 años se encuentra internado en grave estado.
Según lo que comentaron los familiares, el niño permanece en coma inducido luego de ser trasladado desde Cinco Saltos, en un primer momento al hospital de Cipolletti y luego por el cuadro desesperante, al sanatorio privado que es uno de los pocos en la provincia que cuenta con Terapia Intensiva Pediátrica. Relataron que intentaron bajarle el nivel de fármacos para que pueda recuperar el conocimiento, sin embargo tuvieron que volver a sedarlo y mantenerlo en coma farmacológico.
A raíz de un problema renal, "está con diálisis", y explicaron que "intentaron despertarlo con medicamentos, pero se pone inquieto y es preferible que no haga esfuerzos".
Los días de la familia no son fáciles, les prestaron una casilla rodante que permanece estacionada afuera del Sanatorio Juan XXIII junto a las vías, pero deben pagar estacionamiento medido. Además, son permanentes las complicaciones para ir al baño, por lo que reciben la colaboración de los bomberos voluntarios quienes les prestan los sanitarios, aunque deben hacer casi 3 cuadras para poder hacer sus necesidades.
Con respecto a la detención de Godoy, la familia sólo se limitó a asegurar que todas sus energías están puestas en la recuperación del niño.
Godoy logró ser capturado ayer por la mañana en el bajo neuquino, estaba en un departamento que alquilaba su pareja, una docente neuquino. La UESPO irrumpió en la vivienda, rompió la puerta principal y luego la del dormitorio, donde lo encontró durmiendo con una pistola 9 milímetros cargada, con bala en boca, que no pudo usar.
