MALTRATO A UN HOMBRE DE 82 AÑOS

Debían cuidarlo pero lo ataban y encerraban en una tapera

La pareja reconoció su culpabilidad y fue beneficiada con un Juicio Abreviado para recuperar la libertad.
sábado, 1 de mayo de 2021 · 13:02

Ya casi sin fuerza y aterrado por las palizas que recibía, el hombre de 82 años, solo se quejaba por no poder moverse. Y fueron esos desesperados gemidos de Don Espinoza los que escuchó una vecina y terminaron salvándole la vida. La pareja que cobraba su pensión y además recibía unos pesos de la familia para su cuidado, lo maltrataba de tal manera que al encontrarlo, estaba encerrado en una habitación con piso de tierra, sin calefacción, y estaba atado de pies y manos con unos cables. Además, la puerta también estaba sujeta con alambre y le habían puesto montículos de tierra para que no se pudiera abrir.

La pesadilla del Ricardo Espinoza terminó con la intervención de una vecina del barrio Alto Campanario, en el sector oeste de Bariloche a la altura del kilómetro 21 de Bustillo, que comenzó a escuchar un quejido muy bajo y su curiosidad y sospechas le permitieron dar con el anciano. Varias veces lo había visto muy sucio y en estado de abandono con golpes en distintas partes del cuerpo. Sin embargo, la pareja que lo cuidaba se las ingeniaba para que sólo parezca un descuido producto de la avanzada edad del hombre y su estado de poca lucidez.

Al ver tamaña escena, con el abuelo sentado en una cama, todo acurrucado, con manchas de sangre en la cara y algunas partes del cuerpo, sin poder moverse porque tenía los píes y las manos atadas con cables, la mujer no dudó en llamar a la Policía. Con la orden de la Justicia liberó a Espinoza y detuvo a la pareja que debía cuidarlo, Fabián Aravena (24 años) y Jessica Iturra (29), pero a la mujer la liberó a las pocas horas porque hace 15 días tuvo a su tercer hijo.

El equipo del Ministerio Público trabajó contrareloj para presentar cargos contra la pareja. En la descripción realizada por los fiscales Marcos Sosa Lukman y César Lanfranchi, quedó claro que Espinoza estaba al cuidado de Aravena e Iturra, ellos cobraban la escuálida pensión y de acuerdo a la investigación realizada, los hijos del anciano le entregaban mensualmente dinero para la manuntención.

Sin embargo, lejos de cuidarlo y estar atentos en satisfacer las necesidades del adulto mayor, lo sometían física y psicológicamente. El trato hacía él era denigrante, de un sometimiento extremo, sin importarle la presencia de los hijos menores de la pareja en la vivienda, quienes eran espectadores del maltrato ejercido.

El lugar donde fue encontrado Espinoza era tétrico. La habitación en la que fue encerrado tenía piso de tierra y una precaria puerta. En el interior apenas una cama mugrienta. Allí, sin ningún tipo de aislación térmica ni calefacción, sin luz y menos aún con un lugar destinado para que el anciano realice sus necesidades, permanecía atado de pies y manos sin poder moverse. Para colmo, a la puerta que habían atado con alambre, le habían colocado montículos de tierra para que no pudiera ser abierta en el caso hipotético y casi milagroso de que el hombre de 82 años pudiera desatarse e intentara escapar.

Al momento de llegar la Policía, en la vivienda no había nadie. Situación que los fiscales calificaron como que "lo habían abandonado a su suerte". Al ser liberado, el hombre no entendía lo que estaba sucediendo, estaba perdido sin saber de qué se trataba la pesadilla a la que estaba sometido desde hace tiempo.

Al lugar fue convocada una ambulancia del hospital Ramón Carrillo, que trasladó de inmediato al hombre y lo dejó internado en observación mientras intentaban estabilizar su estado emocional y alimentarlo.

Asesorados por el Defensor Oficial, Marcos Miguel, la pareja se declaró culpable y con rapidez lograron un Juicio Abreviado para poder recuperar la libertad en menos de 24 horas. Aravena e Iturra aceptaron que ataron a Espinoza y que lo dejaron abandonado. Pero al ser un delito excarcelable, se comprometieron a cumplir pautas de conducta y pudieron regresar a su casa sin demasiados inconvenientes. 

Fuentes judiciales confiaron que la pareja tiene tres hijos menores de edad y que hay al menos dos expedientes iniciados en el Juzgado de Familia por violencia familiar. Aravena enfrenta un proceso por lesiones leves agravadas por violencia de género, contra Iturra, el 29 de diciembre de 2019 el hombre atacó a su pareja y luego con un vidrio roto y un cuchillo la amenazó. Sin embargo, como sucede en la mayoría de los casos, pese a la restricción de acercamiento, el hombre volvió a la vivienda.

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