A los tiros intentó resolver las diferencias con su hermano

Sin importar el legado de sangre y hasta desoyendo la "ley primera" que sancionó el Martín Fierro, un hombre absolutamente alterado y dispuesto a todo, disparó varias veces contra el frente de la casa de su hermano, lo que alertó la calma tradicional de la siesta en el barrio Antártida Argentina de Cipolletti. La Policía fue alertada por los vecinos y logró intervenir justo a tiempo para poder detener al atacante y secuestrar las armas utilizadas, que habían sido tiradas en un desagüe.

Cerca de las 14.30, varios llamados al 911 RN Emergencias alertó de un conflicto en el barrio Antártida Argentina, en el norte cipoleño. La denuncia de los vecinos aseguraban que se habían escuchado varios disparos de arma de fuego que impactaron en el frente de una vivienda.

Según se pudo establecer, el conflicto era de índole familiar entre dos hermanos, y uno de ellos decidió ponerle fin a la situación. En plena discusión sacó un arma de fuego y comenzó a disparar. Sólo de milagro no resultó nadie herido y los balazos dieron en el frente de la vivienda.

Al ver llegar el móvil de la Unidad 79° de las 1200 viviendas, el hombre subió a su auto y junto con un acompañante comenzó una feroz carrera por las calles del barrio hasta llegar a la Avenida Circunvalación, donde subió al asfalto y tomó a gran velocidad en dirección al barrio Anaí Mapu. 

Si bien era el horario de la siesta por lo que casi no había gente en las calles del barrio, al subir a la avenida Perón la situación fue distinta, por el importante movimiento que tiene la calle a toda hora del día. Durante la persecución, desde el patrullero los uniformados lograron ver como el auto de adelante bajó la velocidad en determinado lugar y el acompañante desde la ventanilla arrojó a un desagüe dos objetos, para luego seguir con su carrera.

El operativo policial fue exitoso y al llegar a la Toma 2 de Febrero, el móvil policial alcanzó a cerrarle el paso al vehículo que perseguía y pudieron detener a las dos personas que minutos antes había baleado el frente de la vivienda del barrio Antártida Argentina.

Una de las personas era mayor de edad y es quien mantenía el conflicto con su hermano e intentó hacer Justicia por mano propia, en tanto que la otra persona es menor de edad.  Ambos fueron esposados y quedaron en el interior del patrullero hasta que llegó la orden judicial que les permitió a los uniformados requisar el vehículo. Sin embargo no lograron encontrar las armas utilizadas, por lo que debieron regresar hasta el desagüe.

En cuestión de minutos, además de policías, la zona se llenó de curiosos que miraban el operativo y algunos comenzaron a agredir a los policías. Con el riesgo de que se pudiera perder la prueba, los uniformados comenzaron a rastrillar la orilla del desagüe y convocaron a los bomberos quienes fueron los que debieron meterse al agua y lograron encontrar dos armas, una de ellas de grueso calibre.

En la vivienda baleada trabajó el personal de Criminalística, quienes además deberán realizar las pericias correspondientes para determinar si de las armas encontradas salieron los proyectiles que impactaron en el frente de la vivienda. Uno de los hombres, el mayor de edad, quedó detenido por orden de la Justicia, en tanto que el menor recuperó la libertad durante el transcurso de la tarde.