CRUENTO TIROTEO
Hace 14 años mataban a un policía y aún no se sabe quién fue
El sargento Gabriel Jara murió de 4 balazos en la esquina de Misiones e Intendente Carro, al enfrentarse con tres sospechosos. Hubo un juicio que dejó sabor a nada.
Al cumplirse catorce años del feroz enfrentamiento a tiros entre un grupo de delincuentes y efectivos policiales, la Policía realizó este sábado un homenaje al suboficial mayor Gabriel Ángel Jara, quien murió el 7 de agosto de 2007 tras haber recibido cuatro impactos de bala de grueso calibre.
La ceremonia se desarrolló en horas de la mañana en el cementerio privado Jardín del Recuerdo y contó con la presencia de la ministra de Gobierno y Seguridad Vanina Merlo, el jefe de Policía, comisario General Julio Peralta, el subjefe de la fuerza comisario General Luis Arango y miembros de Consejo Asesor Superior. También participaron familiares y amigos de Jara.
El trágico tiroteo ocurrió a las doce menos cuarto del mediodía en la esquina de Intendente Carro y Misiones, en barrio Nuevo.
El por entonces sargento Jara, de 42 años, circulaba en un VW Polo color rojo acompañado por el joven oficial Wálter Bustos, de 26. Ambos integraban un grupo especial dedicado a la búsqueda de prófugos de la Justicia o evadidos de unidades de detención. Ninguno de los dos vestía uniforme policial.
Cuando ambos llegaron a esa esquina, observaron a tres personas apoyados contra una pared. En ellos creyeron ver a tres peligrosos delincuentes a quienes se los vinculaba con un cruento asalto a un camión blindado ocurrido poco tiempo antes en la localidad de Rawson, Chubut. Cotejaron esa impresión con información oficial y se dispusieron a identificarlos.
Pero cuando Jara descendió del vehículo, uno de los sospechosos sacó de entre sus ropas un arma y disparó reiteradamente. Dos balazos dieron en el cráneo de Jara. Otro en el pecho y un cuarto en un muslo. Bustos buscó refugio e intentó repeler la agresión. Efectuó unos cuantos disparos pero los delincuentes escaparon.
De inmediato llegaron refuerzos y una ambulancia. Jara fue llevado al hospital pero su muerte ocurrió a las dos y veinticinco en el Policlínico Neuquén.
En el Polo color rojo, al menos nueve agujeros de bala quedaron impresos para las pericias.
Tiempo después fueron detenidos Gastón Barrientos, quien ya contaba con dos condenas a prisión perpetua por los homicidios de otros tres policías en la provincia de Chubut, y Denis Figueroa y Daniel Martínez.
El juicio que se desarrolló con el viejo Código de Procedimiento, la Cámara en lo Criminal segunda condenó a Barrientos a 18 años de prisión y a Martínez a 14. Figueroa fue absuelto por el beneficio de la duda.
Lo singular del caso, fue que los jueces consideraron que el tiroteo fue un “abuso de armas” y la fiscalía no llegó a probar quién fue el autor de los disparos que dieron muerte a Jara.
