La Justicia analiza si Kielmasz puede recuperar la libertad

El único detenido que tiene el primer triple crimen de Cipolletti está muy cerca de cumplir 26 años en prisión, presentó un pedido para dejar el Complejo Penitenciario Federal V y recuperar la libertad. La cantidad de tiempo preso y las excelentes notas de concepto y conducta le permitirían a cualquier interno común salir de la cárcel, pero la situación de Claudio Kielmasz es muy distinta, porque en la última revisión los informes psiquiátricos daban cuenta de un alto riesgo criminológico. Hoy habrá una audiencia virtual en la que se analizará de nuevo su situación.

El juez de Ejecución Penal de Roca, Fernando Romera analizará hoy desde las 9 de la mañana, en una audiencia que se realizará de manera virtual, la situación de Kielmasz y el nuevo pedido que realizó para poder obtener la libertad, tras haber cumplido la pena a 25 años de prisión que le conmutó el ex juez Juan Pablo Chirinos, hoy defensor defensor penal público en la Segunda Circunscripción Judicial, con sede en Roca.

En cada una de las cárceles donde estuvo, las evaluaciones de conducta y de concepto fueron excelentes. Kielmasz no es una persona conflictiva, escapa a cualquier problema que se pueda dar entre la población carcelaria y se muestra callado y solitario. Sin embargo los informes de los profesionales que lo atienden son permanentemente negativos. En un momento lo calificaron como psicópata irrecuperable y el año pasado cuando le volvieron a negar la excarcelación, se marcaron riesgos criminológicos que aún evidencia pese a tantos años preso.

Ante esa negativa, el defensor del único detenido por el secuestro y muerte de las jóvenes Verónica Villar (22 años), Paula (17) y María Emilia González (24), planteó que las sesiones con los profesionales en la cárcel de Senillosa eran de manera esporádicas y que el tratamiento que necesitaba Kielmasz debía ser más profundo.

El triple crimen de las jóvenes cipoleñas ocurrido 9 de Noviembre de 1997 fue investigado de manera desastrosa por la Justicia rionegrina. Las jóvenes salieron a caminar por la zona de la calle San Luis con rumbo a Ferri y no regresaron. Después de una búsqueda intensa, dos días después, aparecieron asesinadas en un descampado, abajo de unos olivillos detrás de la planta de Pollolín, muy cerca de las vías del ferrocarril. La autopsia develó que los cuerpos tenían golpes, tiros y puñaladas, peor nunca se pudo determinar si fueron abusadas sexualmente.

Kielmasz apareció en la investigación después de que la Policía y la Justicia fracasara con la caza de cuatro personas que luego se comprobó que se trataban de perejiles plantados para calmar la demanda social que había en la ciudad. Este joven, que entonces tenía 23 años, también había figurado entre los sospechosos de la muerte de Yanet Opazo, asesinada cuando volvía caminando con una amiga al barrio Labraña en 1993. Pero la Justicia investigó todo mal y una mala decisión judicial que lo sobreseyó imposibilitó que vaya preso por ese asesinato.