TRAGEDIA EN VILLA HUINID

Tragedia en Bariloche: imputaron al dueño del hotel y al arquitecto

La fiscalía los acusó de homicidio culposo de los tres turistas uruguayos que murieron en sus habitaciones tras un alud de barro, rocas y árboles.
lunes, 19 de diciembre de 2022 · 15:41

Pasaron más de seis meses para que la fiscalía por fin presente su acusación contra el empresario hotelero Claudio José Rocatagliata y el arquitecto Carlos Arbetman, a quienes consideró responsables de la muerte de los turistas uruguayos Gerardo Casella, Víctor González Giovanelli y Alba Giovanelli, ocurrido en el complejo de lujo Villa Huinid. Consideró que existió un accionar negligente y antirreglamentario de ambos.

El 6 de junio, durante una tormenta de lluvia -normal para la época según la AIC-, parte de la ladera del cerro donde se construía una ampliación del complejo hotelero cedió y la tremenda masa de barro, ramas, rocas y árboles ingresó de manera violenta a las habitaciones 105 y 107 del primer piso del edificio Bustillo, donde dos matrimonios de turistas uruguayos habían ingresado poco tiempo antes y se encontraban descansando. 

Según la investigación desarrollada por el equipo del Ministerio Público que comanda la fiscal Betiana Cendón consideró que tanto Roccatagliata y Arbetman son responsables de homicidio culposo. La obra que se desarrollaba sobre la ladera provocó la inestabilidad del terreno que cedió por la cantidad de agua caída y provocó el terrible alud que llenó de barro, rocas y ramas las dos habitaciones donde descansaban los uruguayos.

La fiscalía consideró que Arbetman no ejecutó los cálculos correspondientes para realizar la obra y cómo evitar que el terreno ceda. En tanto que el empresario actuó de forma negligente porque había sido informado sobre la ineficacia de los muros de contención y, que sabiendo que en otras obras debieron ser corregidos, siguió adelante.

El abogado defensor del arquitecto cuestionó la acusación, al tener en cuenta que su cliente había renunciado a la dirección de la obra, pero que el propio municipio no la aceptó porque no podía quedar sin ningún arquitecto como responsable. También se cuestionaron la forma en la que se ejecutó, teniendo en cuenta que los permisos municipales estaban vencidos y eran para otro tipo de edificación que fue modificada sin aviso previo.

El Código Penal estipula que el homicidio culposo se le debe imputa a quien cause la muerte de otra persona por un accionar negligente e involuntario, y  tiene una pena 6 meses de prisión e inhabilitación como mínimo y prevé un máximo de 5 años.

La fiscal describió que cerca de las 18:15 del 6 de junio se recibió un llamado al 911 alertando del derrumbe de un techo en el complejo hotelero. Cinco minutos más tarde llegó la Policía y Bomberos, que concretaron la evacuación y la atención de una mujer herida, Ana María Marturet -esposa de Víctor González Giovanelli-. Poco después se detectó que había otros dos huéspedes desaparecidos, que tras remover la gran cantidad de material que había dentro de una de las habitaciones fueron encontrados sin vida.


El juez Sergio Pichetto consideró que en principio coincidía que existían elementos para iniciar la investigación ya que "la causal del deslave fue la deficiente construcción de un muro de contención".  En tanto que Cendón remarcó que la obra "no tiene ni planos, ni cálculos, ni nada en el expediente administrativo de la municipalidad".

Es importante recordar que hace unos meses una funcionaria del gobierno municipal de Gustavo Gennuso fue separada de su cargo y días después denunció que existía una caja paralela dentro de las habilitaciones de obras particulares que hacía el municipio. 

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