CASO JOSÉ AIGO
Diez años de impunidad y dolor
El sargento de la policía neuquina fue asesinado hace diez años por guerrilleros chilenos. Ninguna investigación dio resultados. La familia no participó hoy de los actos con el gobernador.
Habían pasado pocos minutos del 7 de marzo del 2012 cuando el rumor comenzó a correr por las calles de Junín de los Andes. En un tiroteo habían herido a un policía de la brigada rural en la zona de Pilo Lil, y estaba muy grave en el hospital local. Como ocurre en todo pueblo, rápidamente se supo el nombre, aunque no estaban claras las circunstancias, y los alrededores del nosocomio comenzaron a llenarse de voces preocupadas. Minutos después llegó la noticia. Habían asesinado a José Eduardo Aigo, el policía mapuche, que era uno junto a su caballo, el que esperaba jubilarse joven para seguir con las labores de campo que tanto adoraba.
La historia que se desarrolló a partir de ese momento, es conocida por todos. Una historia de impunidad y dolor, de incapacidad, desidia y desconocimiento, de complicidad e influencias políticas . Pasaron diez años, y nada cambió desde ese día, excepto para su familia y sus hijos, a los que se les terminó el mundo.
Hoy, 7 de marzo del 2022, por primera vez la familia Aigo decidió no participar de los actos en honor al caído. Siempre fueron el escenario elegido para hacer escuchar su reclamo, para decir en la cara de los gobernantes de turno, que lo que se hacía era insuficiente. En esta ocasión decidieron que, aunque lo encabezara el gobernador Omar Gutiérrez, no asistieron y solamente compartirían un momento íntimo con sus padres frente a la tumba del cementerio de la familia en Malleo.
Por su parte, el abogado Gustavo Lucero confirmó que luego del acto, el gobernador Omar Gutiérrez le informó que se incrementó la recompensa a U$S 100.000.
Los prófugos chilenos, guerrilleros buscados por Interpol, no pudieron ser encontrados en diez años. Alexis Alfredo Cortés Torres, vinculado al Frente Patriótico Manuel Rodríguez. y el asesino de Aigo, Jorge Antonio Salazar Oporto, vinculado al Movimiento de Izquierda Revolucionario y al Ejército Guerrillero de los Pobres, prófugo también de la justicia chilena desde 1997, año en que hirió a un carabinero en un enfrentamiento en Lontué, siguen impunemente por la vida. El cómplice, Juan Marcos Fernández, condenado y luego sobreseído por la justicia neuquina, aparece como líder en la comunidad donde conoció a los guerrilleros: Mallín Ahogado.
La provincia del Neuquén ofrece una recompensa de 50 mil dólares, y el ministerio de Seguridad de la Nación, 2 millones de pesos. Cifras a las que podrá acceder alguien que brinde datos certeros para orientar a quienes supuestamente siguen con la investigación. O tal vez, sea sólo un montón de dinero que, al ofrecerlo, tranquilice la conciencia de quienes tienen que movilizar la búsqueda.
En el programa "La Torre", de Mitre Patagonia, habló Aldo Aigo, hermano del policía caído.
