El delito no conoce de fronteras y la mentada globalización queda en evidencia permanentemente. Por esto no causó sorpresa ver una comisión de la Policía Bonaerense en San Antonio Oeste para realizar un allanamiento y de esta manera empezar a resolver un robo millonario ocurrido hace casi tres meses a casi 350 kilómetros de distancia.
La Justicia bonaerense tomó intervención el pasado 24 de octubre de un hecho ocurrido durante la madrugada, en el que un hombre de 70 años denunció que conoció una joven de 21 años a la que invitó a cenar a su casa, pasó la noche con ella y luego la llevó a Bahía Blanca, donde ella vive. Pero cuando regresó a Pedro Luro descubrió que le habían reventado la casa y se habían llevado la caja fuerte con una importante cantidad de dinero.
El hombre relató que la condición con la joven era que al otro día del encuentro, él la llevaría a Bahía Blanca. En la denuncia aclaró que desayunaron en la cama unos mates, cerca de las 10.30 dejaron Pedro Luro y recorrieron los 120 kilómetros que separa ambas localidades. Entre la ida, la amorosa despedida, con promesas de un nuevo encuentro y la vuelta, el viaje duró unas tres horas, pero cuando ingresó nuevamente a su casa descubrió que delincuentes habían ingresado al domicilio y se llevaron la caja fuerte.
Dejó asentado que adentro había 83 mil dólares y 3,2 millones de pesos. Los investigadores comenzaron a rastrear las cámaras de seguridad y descubrieron que en la vivienda de la víctima estacionó una camioneta Volkswagen Amarok de la que descendieron tres hombres. El sistema de monitoreo la detectó en Bahía Blanca Y también se logró identificar la patente que está radicada en San Antonio Oeste. Luego continuaron las averiguaciones y se constató que pertenece a un empresario pesquero y que justo ese fin de semana había sido utilizada por uno de los socios, que se alojó en un hotel de Bahía Blanca.
Las cámaras también indicaron que ese fin de semana, la joven de 21 años con la que había pasado la noche amorosa la víctima también había pernoctado con un hombre en el mismo hotel. También se descubrió que la misma camioneta VW Amarok había estado en el estacionamiento.
Además del dueño de la pesquera, la camioneta tiene una cédula azul a nombre del socio de la pesquera, un hombre que utilizó la VW Amarok a fines de octubre para viajar a Mar del Plata, de donde es oriundo. En las grabaciones de la recepción quedó registrado el socio y una mujer y otra pareja que no era más que la joven de 21 años denunciada por la víctima y un hombre de pelo largo con un rodete, características similares a las de uno de los tres ladrones que ingresó a la casa de Pedro Luro.
En los registros del hotel también quedó asentado que los otros sospechosos se movilizaban en una camioneta Peugeot Partner. De esta manera se logró identificar que además de la joven y el socio de la pesquera, participaron dos hombres más residentes en Mar del Plata y empleados de la pesquera, uno identificado como Claudio Calandria de 55 años.
El pasado miércoles, la Policía de Bahía Blanca llegó a San Antonio Oeste con un exhorto judicial, pero no lograron ubicar la camioneta. En Bahía Blanca tampoco consiguieron detener a la joven. Pero una suerte distinta tuvieron aquellos que viajaron a Mar del Plata, allí pudieron apresar a Calandria. En el allanamiento secuestraron dos armas de fuego y 700 mil pesos.
Pero la historia no termina con esta detención, es que a principios de noviembre, Calandria denunció a integrantes de la Brigada de Investigaciones de Pedro Luro, a quienes acusó de haber ingresado de manera ilegal a su casa y que se apropiaron de 90 mil dólares y 200 mil pesos.
Los otros tres sospechosos del robo permanecen prófugos. En tanto que el empresario pesquero de San Antonio y dueño de la camioneta aún no fue sobreseído, se encuentra ligado a la investigación pese a haber demostrado que no había circulado en la VW Amarok utilizada por los delincuentes para alzarse con el importante botín.