Desesperada y angustiada por las agresiones que padecía su hija, una vecina de Río Colorado se presentó en el Juzgado de Paz de esa localidad rionegrina y pidió la implementación de medidas que les pongan fin a estos hechos de violencia de género.
Fue con toda la intención de que le asignaran custodia policial en su casa y custodia personal a su hija. Atendieron su reclamo, pero la sentencia ordenó lo opuesto y el custodiado será el sujeto que era pareja de la hija. Se dispuso, entonces, que un efectivo policial lo acompañe en todos sus movimientos para que la mujer pueda continuar con su vida sin las interferencias que puede implicar un seguimiento permanente.
La pregunta, que cae de madura, es si así deben resolverse estos casos, dada la cantidad de denuncias y de efectivos policiales. Por lo pronto, la denunciante afirmó que su hija sufre hostigamientos, amenazas y otros hechos de violencia desde que finalizó su relación sentimental con el individuo este. Relató que “está todo el tiempo vigilándola” y que todas las mañanas aparece en la casa a la hora en que su hija sale a trabajar, “y ha llegado a subirla por la fuerza” a su vehículo.
Según denunció la mujer, su hija ha sufrido graves hechos de violencia física pero él “la amenazó con que si lo denunciaba la iba a matar y tirar por ahí”. El hostigamiento, además, alcanza a otros familiares.
Tal es el temor de la víctima y su familia que la chica gasta gran parte de su sueldo en ir a trabajar en taxi, para no caminar ni andar en bicicleta sola. La Jueza de Paz concluyó que hay “indicios ciertos de una conducta violenta repetitiva” y valoró, por ejemplo, que el hombre recientemente destruyó una notificación que le entregó la Policía, en la que se le imponía una prohibición de acercamiento.
La jueza dio intervención urgente a la Oficina de Género de la Municipalidad de Río Colorado y al equipo interdisciplinario del Hospital para articular un abordaje integral.
La jueza Daniela Alberdi argumentó que “el dispositivo de custodia debe resultar efectivo, sin impedir la vida diaria o estigmatizar a las mujeres” y notificó el fallo a la Comisaría de la Familia, para que se disponga la custodia policial personal para el violento mientras avanza el proceso judicial y en tanto “persistan las condiciones de riesgo”.