Se escapó y denunció que su pareja la tenía cautiva y la abusaba

La penumbra de una noche fría se convirtió en el escenario de una valiente decisión. Una mujer de 31 años, se presentó en la comisaría para contar su padecimiento. Su rostro un lienzo de lágrimas y miedo. Su historia, un relato escalofriante de violencia de género que incluye secuestro, abuso sexual, infidelidades y una violenta reacción. 

Del caso no se obtuvieron mayores datos, sólo la confirmación por parte del Ministerio Público ante la requisitoria de Mejor Informado. Es más, el medio accedió a demorar la publicación de la historia para no complicar el avance de la causa y algunas medidas de prueba que se debían realizar. De todas maneras se pudo establecer que la mujer se presentó voluntariamente en la Comisaría 45° del barrio Anaí Mapu de Cipolletti, acompañada por su mamá, quien la contuvo en todo momento.

Presa de una crisis de nervios, denunció que había sido mantenida contra su voluntad en una casa del barrio Obrero durante unos 20 días. La decisión de romper el silencio la tomó tras una explosión de emociones que la llevó a confrontar no solo al violento, sino también a su propia realidad. Su pareja, que durante semanas había restringido su libertad, la dejaba encerrada con llave y se aferraba a ella en cada salida a la calle, como si el amor fuera una prisión.

La noche de la denuncia fue especialmente intensa. Una discusión sobre una infidelidad de él encendió la chispa de un conflicto que ya latía bajo la superficie. Consumida por la rabia y el dolor, atacó a su pareja en un acto de desesperación. Aprovechando el momento, con él herido, huyó y buscó refugio en la casa de  su madre.

En la Comisaría 45° del barrio Anaí Mapu trataron de brindarle contención, hasta que pudo denunciar. Se respetó el protocolo, anotaron cada detalle de su relato, pero sin poder profundizar, porque esa es una tarea de la fiscalía. El Ministerio Público le dio prioridad al caso, pero sin perder el objetivo de preservar su estado emocional.

Durante la tarde de ayer, se ordenó un allanamiento en la vivienda donde estuvo retenida en búsqueda de pruebas y se realizaron exámenes físicos para documentar las secuelas del padecimiento. Además, fue derivada a la Oficina de Atención a la Víctima, para brindarle contención.

Desde la fiscalía se espera que se recupere emocionalmente para que pueda ampliar la denuncia realizada en la Comisaría, y que brinde precisiones en cuanto a tiempo que permaneció retenida y sobre los abusos sufridos que denunció. Esto será fundamental para que se pueda producir la prueba que permita formalizar cargos contra el novio violento.