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Robo de ganado: Así fue el violento y bochornoso operativo policial

Una patrulla de la Brigada Rural protagonizó un papelón durante un control de rutina, a las trompadas fueron enfrentados por vecinos y se tuvieron que ir.
Viernes, 04 de octubre de 2024 a las 08:31

En un episodio que parece sacado de una película de acción de bajo presupuesto, un grupo de policías de la Brigada Rural de General Conesa mostró su ineptitud de una manera vergonzosa durante un operativo destinado a controlar el robo de ganado. Lo que debía ser una misión de rutina se convirtió en un verdadero espectáculo de debilidad policial que dejó a la comunidad atónita.Y todo quedóo registrado en un video que se convirtió en viral.

Todo comenzó ayer por la tarde, cuando el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte y una patrulla se disponía a detener una vieja y destartalada camioneta que, al notar el control, decidió evadir a los uniformados. ¡Y ahí comenzó la persecución! Testigos afirmaron que se escucharon disparos provenientes de los policías, quienes aparentemente intentaban frenar al conductor en fuga.

Pero el drama no terminó ahí. El joven conductor logró refugiarse con su vehículo y cerró el portón de chapa, convirtiendo la situación en un insólito cerco. Fue entonces cuando el padre (campera camuflada) salió a la calle, furioso, e increpó a los policías. ¿Y qué hicieron los uniformados? Intentaron detenerlo, pero con tan escasa efectividad que, entre tres de ellos, no lograron inmovilizar a un solo hombre. ¡Un verdadero papelón!

Los gritos y la tensión en el ambiente crecieron a medida que el padre se defendía, lanzando incluso algunas trompadas a los policías, quienes parecían más desorientados que preparados para actuar. El video, que rápidamente se volvió viral en las redes, muestra la escena caótica en la que, entre tres agentes, intentaron someter a un hombre de campera camuflada. 

Los policías intentaron utilizar la fuerza pero no pudieron controlar a los tres hombres indignados por lo que consideraban un abuso de los uniformados.

Pero la locura no terminó ahí. Apareció un segundo hombre, el gomero de la esquina, que se unió a la refriega, y aunque los policías lograron sujetarlo momentáneamente y hasta tirarlo al piso, la situación se volvió aún más ridícula cuando el joven que conducía la camioneta (remera verde) irrumpió en la escena con una increíble patada voladora que cumplió con su objaetivo: los policías debieron soltar al que estaba en el piso. En esta mezcla de insultos, patadas, golpes y empujones, se mezclaron varios niños que miraban atónitos lo sucedido.

Después de varios minutos de confusión y enfrentamientos, los uniformados, completamente desbordados y sin poder controlar la situación, decidieron poner fin al escándalo y abandonaron el lugar sin haber logrado detener a nadie. La imagen de los policías huyendo, dejando atrás el caos que ellos mismos habían provocado, bastante alejados del lema que rige a la fuerza rionegrina: Sustine et Abstine (soporta y abstente).

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