LAS MATÓ PARA ROBARLES LA JUBILACIÓN
Doble crimen de Cipolletti: un vecino se quebró y confesó que mató a Lidia y a Estela Maris
Los investigadores lograron cercar al asesino, que se quebró y confesó que las mató porque se resistieron al robo .Luego de varios días de intensas investigaciones, la Policía de Río Negro logró esclarecer el doble crimen ocurrido en el barrio 400 Viviendas de Cipolletti. Las víctimas, Lidia Tapia, de 87 años, y Estela Maris Natalini, de 63, fueron halladas sin vida el pasado jueves, un hecho que conmocionó a la comunidad.
Desde el primer momento, los investigadores habían establecido que el autor del crimen debía ser alguien cercano a las víctimas, una persona de confianza que pudiera haber ingresado al domicilio sin que las puertas fueran forzadas. Aunque inicialmente se manejó la hipótesis de un lavacoches vinculado al hecho, esta pista se descartó tras profundizar en los interrogatorios y allanamientos realizados en los últimos días.
Con el paso de las horas, la atención de los investigadores se centró en los vecinos del lugar. Los avances en el análisis de rastros y otros indicios condujeron a un sospechoso en particular. En las últimas horas, y después de ser acorralado por el equipo de investigación, el hombre finalmente habría confesó los crímenes.

De acuerdo con fuentes cercanas al caso, el móvil del asesinato parece haber sido el robo, específicamente el dinero que Estela Maris había retirado de un cajero automático el día miércoles: alrededor de 350 mil pesos de su jubilación. Los investigadores sospecharon desde un primer momento que este dinero fue el principal objetivo del asesino, quien, en un acto de desesperación y violencia, acabó con la vida de ambas mujeres con un cuchillo.
El hombre, de unos 40 años, cuyo nombre no ha sido revelado por motivos legales, ya se encuentra detenido y a la espera de la formulación de cargos. Las autoridades han destacado la rapidez con que se resolvió el caso, gracias a la colaboración entre los investigadores y la comunidad local. Se espera para las próximas horas una cofrimación oficial por parte del Minsiterio Público y que se anuncie cuándo se realizará la formulación de cargos.
Los gritos de Lídia y Estela Maris que escuchó la vecina de abajo
Como confirmó Mejor Informado, los cuerpos de las víctimas tenían heridas de arma blanca, muchas de ellas defensivas, en las manos y los brazos. Lo que indica que Lídia y principalmente Estela Marís intentaron resistirse al robo. La puerta y las ventanas no habían sido forzadas, por lo que estaba claro que ellas conocían a su agresor.
Una vecina aportó un dato revelador, es que durante la mañana del jueves, logró escuchar gritos que venían del departamento del primer piso de la tira G-20 de las 400 Viviendas. Pensó que Lídia se podía haber caído, entonces subió por las escaleras y sintió los ladridos de un perrito. Entonces preguntó que pasaba y desde adentro del departamento, un hombre contestó "Soy David, las señoras salieron y me dejar cuidando la casa".
La mujer no logró identificar quién era "David", por que no lo vio. La charla fue puerta de por medio, sin embargo le permitió a los investigadores estimar el horario del ataque. A partir de allí comenzaron a seguir varias pistas, chequear cámaras de seguridad, pero todas se fueron cayendo de a una a medida que avanzaron los allanamientos. Finalmente, ayer se centralizaron en los vecinos, las personas de confianza que tenían las dos víctimas.
Debía ser un hombre y cayeron al segundo piso, fuentes consultadas aseguraron que el hombre, en un principio, negó cualquier vinculación, pero a medida que fueron avanzando en el interrogatorio comenzó a mostrar nerviosismo e incomodidad, al punto que luego de varios minutos se quebró y confesó los dos crímenes.