Después de matar a golpes a su hijastro de 7 meses, el hombre, de 23 años, escapó, y permaneció fugado y escondido durante un mes. Hasta el miércoles, día en el que la policía lo encontró y lo detuvo. El asesino se negó a declarar. Seguirá preso, acusado de “homicidio agravado por alevosía, en el contexto de maltrato a las infancias y violencia de género”.
El asesino estuvo casi un mes prófugo, escondido en una vivienda de la localidad bonaerense de Ingeniero Allan, en el partido de Florencio Varela.
El horroroso hecho que se le ha imputado ocurrió el 16 de enero por la mañana, cuando la madre de la víctima había dejado a su bebé de 7 meses al cuidado de su pareja. Es posible saber que no debería haberlo hecho. El hombre estaba borracho. El padrastro zamarreó al bebé, y ahí fue que el niño golpeó su cabeza contra la pared. Cuando la madre del menor llegó a la casa, se encontró con la víctima gravemente herida y la llevó a un hospital cercano.
El chico fue atendido primero en el Hospital Oñativia de la localidad bonaerense de Rafael Calzada y luego fue derivado de urgencia al Hospital El Cruce de Florencio Varela. Allí, los médicos diagnosticaron que había sufrido un edema cerebral, que le ocasionó la muerte.
Este miércoles por la tarde, efectivos de la policía bonaerense detuvieron al asesino en una vivienda de Ingeniero Allan, en Florencio Varela. La detención se produjo luego de la orden que dio el juez de Garantías Sebastián Monelo, tras el pedido de la fiscal Marcela Juan.