Un joven de 19 años, completamente borracho, protagonizó un choque tan espectacular como aterrador en pleno centro de Cipolletti. Toda la secuencia quedó registrada en las cámaras de seguridad de una conocida concesionaria de autos, y se puede apreciar como, luego de estrellar su camioneta, el conductor salió despedido, se enfureció contra la Policía y hasta rompió un espejo retrovisor del patrullero.
El hecho se produjo durante la madrugada, cerca de las 5, cuando circulaba por Fernández Oro una camioneta Fiorino, a toda velocidad. Al llegar a la esquina de Brentana, donde la calle llega a su fin, y no queda alternativa más que girar hacia las vías o hacia el norte de la ciudad, el conductor no pudo hacerlo y siguió derecho hasta impactar contra el frente de un local comercial.
El video de las cámaras de seguridad de la agencia muestran con claridad y dramatismo lo sucedido. La camioneta Fiat Fiorino circulaba a gran velocidad y sobre el asfalto no quedaron marcas de frenado. Los divisores de carril de cemento, que están adheridos al asfalto tampoco sirvieron para que el vehículo disminuya la velocidad, y en unos pocos segundos se estrelló contra la pared.
Como consecuencia del impacto, la puerta del conductor se abrió y el joven conductor fue despedido del habitáculo con una fuerza brutal. Aunque su cuerpo no alcanzó a salir del todo, ya que las piernas quedaron aprisionadas entre la columna del volante, la butaca y la puerta. El joven intentó levantarse, pero estaba enredado con el panel de la puerta que se desarmó por completo.
En un primer momento, el joven fue asistido por otras personas que circulaban por la esquina. Aunque logró ponerse de pie, estaba claramente desorientado y tambaleante. Pero esto no fue un impedimento para tratar de subir a la moto de unos de sus auxiliares para escapar, pero cayó de nuevo y golpeó contra el asfalto.
Toda este acto dramático no paró ahí, porque al ver llegar a la patrulla de la Comisaría 4°, el joven enardeció y pretendió pegarle a los oficiales que intervenían. Luego le dio una patada al móvil y le destrozó uno de los espejos retrovisores del Nissan Versa. Por lo que los efectivos debieron reducirlo para controlar la situación.
Antes de quedar detenido, fue revisado por el personal médico del SIARME, que evaluó su condición física antes de trasladarlo a uno de los calabozos de la Comisaría 4°. Además de la multa, que le hará la municipalidad por conducir bajo los efectos del alcohol, también deberá enfrentar cargos por atentado y resistencia a la autoridad, y la rotura de un bien público, como es el patrullero.