El calor sofocante invitaba a pasar una tarde en el río, sin embargo no todo terminó como lo planearon. Un hombre totalmente alcoholizado terminó con su auto del otro lado del guardrail y todo abollado luego de volcar en el ingreso al balneario de la Isla 58 de Villa Regina. Se comprobó que conducía con 1,8 gramos de alcohol en sangre.
El hecho ocurrió ayer por la tarde en Villa Regina, en un Ford Focus iban tres personas con la intención de pasar una tarde a la orilla del siempre refrescante río Negro. Pero las cosas no salieron como estaban previstas, porque el conductor, un hombre de unos 30 años, conducía con sus sentidos absolutamente alterados por estar bajo los efectos del alcohol.
El balneario de Regina queda a unos 8 kilómetros del centro, un camino rural asfaltado que si bien tiene algunos lomos de burro, los automovilistas lo recorren a gran velocidad. Este fue el caso del conductor del Ford Focus, que se llenó de valentía luego de tomar unas copas de más y apretó el acelerador a fondo.
El problema fue cuando llegó al acceso, que es con una curva muy cerrada de 90° en la que se debe frenar. Esto no lo tuvo en cuenta el conductor, quien se sorprendió y al ver que no llegaba a detener la marcha, intentó doblar a gran velocidad y perdió el control del vehículo.
El Ford Focus golpeó contra el guardrail, volcó y quedó estacionado sobre las cuatro ruedas del otro lado. La gente que había en el lugar asistió en un primer momento al conductor y a las otras dos personas que viajaban en el auto. Si bien tenían algunos golpes, ninguno era de gravedad.
A los pocos minutos llegó el personal policial y los inspectores de tránsito del municipio reginense, que le realizaron el test de alcoholemia al conductor del vehículo. El alcoholímetro arrojó 1,8 gramos de alcohol en sangre. En la ciudad rige desde hace varios meses la ordenanza de alcohol cero, por lo que además de pagar el arreglo del vehículo, deberá abonar una importante multa de unos 200 mil pesos y esperar a que le devuelvan el carnet de conductor.