La Policía de Río Negro pegó un golpe fuerte en Contralmirante Cordero: en una serie de allanamientos simultáneos secuestraron 44 garrafas de 10 kilos y tres celulares, desarticulando un circuito de acopio y venta ilegal. Cinco personas quedaron imputadas por encubrimiento y la investigación sigue abierta para dar con posibles responsables mayores.
Todo empezó pasadas las nueve de la mañana. Varias unidades, entre ellas la Comisaría 46°, el COER, la Brigada de Criminalística y el Cuerpo de Investigaciones Judiciales, se coordinaron para entrar a cinco domicilios del barrio Carlos Becher, de Cordero. La estrategia fue clara: entrar al mismo tiempo para que nadie pudiera avisar a los demás. Y dio resultado.
En las casas inspeccionadas, la Policía se encontró con un verdadero almacén de garrafas. En un domicilio había 35 unidades apiladas, mientras que en otros hogares había entre dos y cinco garrafas cada uno. También se secuestraron tres teléfonos celulares, que ahora formarán parte de la investigación. Todo quedó bajo custodia judicial.
Las personas involucradas, todas mayores de edad, tenían entre 28 y 45 años. Fueron imputadas por encubrimiento y notificadas de las medidas judiciales correspondientes. Algunos intentaron explicar la situación, pero los argumentos no convencieron a los investigadores. Nadie se resistió, pero todos sintieron de cerca la presencia de la Policía.
Las garrafas son inflamables y no deberían aopiarse en viviendas. La investigación sigue abierta.