Acusaron a un hombre por lesionar gravemente a su expareja en Senillosa. El agresor golpeó a la víctima con una botella y luego le dio patadas y golpes de puño. El ataque no quedó ahí, ya que también la pegó con un martillo. Pese a la gravedad del hecho no irá a la cárcel y deberá cumplir su condena de un año con prisión en suspenso.
El fiscal del caso Manuel Islas acusó a un hombre por lesionar a su expareja en la casa donde vivían. Posteriormente, presentó un acuerdo pleno mediante el cual el imputado reconoció haber cometido el hecho y fue condenado.
De acuerdo a la teoría del caso que describió el funcionario del Ministerio Público Fiscal, el acusado (D.A.Z) y la víctima, mantuvieron una relación de pareja desde principios de 2024. El vínculo estuvo atravesado por violencia de género ya que él “la celaba, golpeaba y humillaba de manera sistemática”.
En ese contexto, entre la noche del 26 y la madrugada del 27 de agosto de este año, mientras se encontraban en la habitación de su vivienda, D.A.Z insultó a la mujer, la agredió y le arrojó una botella la cual le provocó lesiones en la frente y en la nariz. La agresión continuó con patadas y golpes de puño, hasta que en un momento, tomó un martillo y lo utilizó para lesionarla en la cabeza.
El delito que Islas le atribuyó al imputado es lesiones leves doblemente agravadas, por el vínculo y por haber sido cometidas con violencia de género, en carácter de autor. Entre la prueba que el fiscal del caso presentó para acreditar el hecho se encuentran: el testimonio de la víctima, pericias médicas, elementos que fueron recolectados en un allanamiento y declaraciones testimoniales que acreditan el contexto de violencia de género.
Luego, Islas presentó el acuerdo alcanzado entre la fiscalía y la defensa, que contó con el reconocimiento del imputado. Después, el fiscal del caso le pidió a la jueza de garantías que lo homologue, dicte la responsabilidad penal e imponga la pena de un año de prisión en suspenso más dos años de reglas de conducta.
La jueza de garantías Natalia Pelosso, que estuvo a cargo de la audiencia, tuvo por formulados los cargos en primera instancia y, posteriormente, avaló el acuerdo presentado por las partes. De esta forma, la magistrada declaró penalmente responsable a D.A.Z y lo condenó a un año de prisión en suspenso. Finalmente, fijó por dos años las reglas de conducta que impone la Ley.