Sergio Piñeiro, conocido en el ambiente como “El Pela”, fue detenido en la localidad cordobesa de Villa Cura Brochero luego de permanecer prófugo durante varios años. Piñeiro está condenado a prisión perpetua por el asesinato de Gonzalo Acro, ocurrido en 2007.
La captura fue posible gracias a un exhaustivo trabajo de la Policía Federal Argentina que combinó métodos de inteligencia con un minucioso análisis de los tatuajes que Piñeiro posee. Además, el seguimiento en redes sociales permitió determinar que el fugitivo se ocultaba bajo una identidad falsa en la zona mencionada.
Las autoridades confirmaron que Piñeiro llevaba una vida acomodada y se desempeñaba como director técnico de un equipo de fútbol femenino en Villa Cura Brochero, lo que facilitó su localización.
En 2011, antes de fugarse, Piñeiro había sido internado en un establecimiento neuropsiquiátrico y apartado del juicio. Sin embargo, el proceso judicial se reanudó en 2018, año en que huyó tras quedar firme su condena. El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°15 solicitó la colaboración de la División Búsqueda de Prófugos para dar con su paradero.
Tras la detención, Piñeiro quedó a disposición del magistrado por los delitos de homicidio agravado y tentativa de homicidio igualmente calificado.
Este caso ya había tenido condenas a prisión perpetua para varios involucrados: los hermanos Alan y William Schlenker, señalados como instigadores; Ariel “Colo” Luna, autor material del crimen; y Rubén “Oveja” Pintos, Pablo “Cucaracha” Girón y Sergio “Pelado” Piñeiro, considerados coautores.
Por otro lado, Maximiliano “Pluto” Lococo recibió una sentencia de diez años de prisión en calidad de partícipe secundario.