Un vecino de Huergo se topó con algo más fuerte que el café del desayuno: un joven estaba en el patio de su casa con claras intenciones de robo. La víctima llamó a la Policía y mientras esperaba la llegada de los uniformados, lo detuvo en pocos minutos, el delincuente es un joven domiciliado en Neuquén capital.
El ingreso del delincuente fue por el portón de acceso a la vivienda. No rompió nada, no forzó cerraduras, pero caminó por el patio como si fuera suyo. Lo que no sabía era que el dueño, un hombre de unos 60 años, estaba despierto, atento y con suficiente temple como para reducirlo sin ayuda. Minutos después, llegó el personal de la Comisaría 16° que lo esposó y se lo llevó.
Al identificarlo, establecieron que el joven de 25 años tiene domicilio en Avenida Argentina al 300, en pleno centro de Neuquén Capital y no supo explicar por qué estaba en el interior de la vivienda.
El episodio ocurrió ayer cerca de las 8 de la mañana, en una vivienda ubicada sobre calle Buenos Aires. El propietario, quien se encontraba desayunando, notó ruidos y movimientos extraños en su patio y salió a ver qué pasaba. No hubo diálogo. Lo retuvo inmediatamente y llamó a la Policía.
La respuesta fue inmediata. Personal de la Unidad Operativa de Huergo llegó en minutos, lo esposó y lo trasladó. El sujeto no alcanzó a llevarse nada, pero tampoco pudo explicar qué hacía ahí. No tenía vínculo con la familia, ni motivos para estar en esa casa.
La fiscalía ordenó su detención preventiva por violación de domicilio, pero el contexto deja poco margen a la duda: entró a robar. No rompió nada porque no hizo falta. El portón estaba abierto, pero eso no convierte una casa en zona liberada.