Una relación de confianza que se volvió pesadilla
Lo que comenzó como un acuerdo de confianza terminó en una denuncia policial. Una vecina de Villa La Angostura denunció a quien durante más de diez años fue su administrador de propiedades, al descubrir una cadena de irregularidades que derivaron en pérdidas millonarias y un fuerte conflicto judicial.
Según consta en la denuncia, el hombre habría gestionado dos viviendas en el barrio El Once, pero en lugar de rendir cuentas y mantener los inmuebles, los habría utilizado de forma indebida, generando deudas impositivas y daños materiales.
Deudas impagas y propiedades destruidas
La mujer explicó que viajó recientemente para recuperar sus viviendas, pero el administrador se negó a entregarle las llaves. Al revisar la documentación descubrió que existían deudas superiores a los tres millones de pesos en Rentas y una suma adicional en el municipio por 170 mil pesos.
Además, al ingresar a los inmuebles constató el deterioro: muebles faltantes, luminarias rotas, electrodomésticos desaparecidos y un evidente abandono del mantenimiento. Aseguró que había cosas rotas y otras que ya no estaban: tulipas, lámparas, camas nuevas que habían sido tiradas, un futón, una mesa ratona y una heladera que tampoco estaba en el lugar.
“Durante años me aseguró que pagaba los impuestos y cuidaba las casas, pero era mentira”, relató la vecina en declaraciones a Diario Andino.
Vecinos denunciaron actividades irregulares
A las pérdidas económicas se sumó la indignación por lo que contaron los vecinos del barrio. Según su testimonio, en una de las viviendas se habrían realizado encuentros y actividades inapropiadas, incluso en el garaje, que habría sido alquilado sin autorización de la propietaria.
Los reclamos por ruidos y movimientos sospechosos fueron frecuentes, y reforzaron las sospechas de que el lugar se estaba utilizando de forma indebida mientras la dueña estaba ausente.
“Los vecinos radicaron varias denuncias porque en el garaje de una de las propiedades, se hacían orgia y generaban ruidos muy molestos. Luego me enteré que se subalquilaba ese garaje para esos fines”, explicó al medio local.
Reclamo legal y perjuicios millonarios
La denunciante aseguró que existía un contrato que establecía multas por cada día de demora en la devolución del inmueble y un monto mensual en dólares por el alquiler. Sin embargo, el acuerdo nunca se respetó.
Ante esta situación, la mujer decidió iniciar acciones judiciales por los daños económicos y morales sufridos, además de una denuncia penal por amenazas. También evalúa reclamar a los garantes del contrato que permitieron la continuidad del vínculo pese a los incumplimientos.
Qué dice la ley
El subalquiler sin autorización del propietario constituye una violación contractual y habilita la rescisión inmediata del acuerdo, según la normativa vigente.
Si, además, se suman amenazas o actos de coacción, el Código Penal prevé sanciones que pueden incluir multas o penas de prisión para quienes intimiden o perjudiquen a otra persona.