Un operativo policial en el barrio San Lorenzo de la ciudad de Neuquén terminó con la detención de una mujer de 38 años, acusada de protagonizar una estafa millonaria mediante el uso de tarjetas de crédito extraviadas o sustraídas. Según la investigación, realizó compras fraudulentas por más de 13 millones de pesos en distintos comercios de Neuquén y Cipolletti.
Durante la audiencia de formulación de cargos, la fiscal del caso, Valeria Panozzo, explicó que la imputada no es una improvisada: “Ya tenía causas en trámite y antecedentes por hechos similares. Incluso una condena anterior por maniobras defraudatorias con tarjetas ajenas”, detalló en declaraciones al programa Entretiempo por AM550.
La mujer fue acusada de defraudación especial mediante el uso de tarjetas de crédito o débito ajenas, en calidad de autora. Las operaciones se realizaron entre el 24 y 25 de septiembre, cuando efectuó 13 compras en comercios de diversos rubros —indumentaria, porcelanato, electrodomésticos, farmacia y supermercados— tanto en Neuquén como en Cipolletti.
Panozzo señaló que la imputada “actuó con total conocimiento del sistema y una notable capacidad de manipulación”. Su método, según describió la fiscal, incluía una elaborada puesta en escena para engañar a los vendedores: “Se presentaba con una tarjeta a su nombre, fingía que el pago era rechazado, simulaba llamar al banco y luego pasaba otra tarjeta, la real, perteneciente a la víctima. Todo esto para generar confianza. Es una verdadera profesional del engaño”, afirmó.
La investigación se inició a partir de la denuncia de una vecina que detectó movimientos extraños en sus cuentas bancarias. Efectivos de la División Estafas y Otras Defraudaciones siguieron el rastro de las operaciones hasta dar con el domicilio de la sospechosa, donde hallaron ropa nueva, teléfonos celulares y documentación vinculada a las maniobras.
Panozzo sostuvo que “no es casualidad” que las tarjetas extraviadas llegaran siempre a manos de esta mujer y reconoció que se investiga si actuaba sola o formaba parte de una red. “No se tropieza todos los días con una tarjeta perdida. Evidentemente hay alguien que se las proporciona, y eso también está bajo investigación”, advirtió.
Por decisión del juez de garantías Lucas Yancarelli, la acusada quedó bajo prisión domiciliaria con tobillera electrónica, medida que se mantendrá durante la etapa de investigación por riesgo de fuga.
La fiscal fue contundente al definir su perfil: “Tiene un espíritu defraudador y una habilidad especial para montar escenas que convencen hasta al comerciante más atento. No es la primera vez, y lamentablemente, probablemente no sería la última si no se la detuviera”.