Este lunes, alrededor de las 16 y las 18, se registró una fuga de cuatro internos en la Unidad de Detención 12, ubicada en el barrio San Lorenzo de Neuquén. El hecho, que sorprendió al personal penitenciario, se detectó durante un operativo de recuento, cuando se constató que de los once reclusos, faltaban cuatro. Inmediatamente, se dio aviso a las dependencias policiales locales, provinciales y de las ciudades aledañas.
Según declaraciones del Comisario Mayor Ceferino Pizarro, Subdirector de Unidades de Detención, al Noticiero Central del canal de noticias 24/7, los internos lograron cortar una malla metálica que recubría una reja de hierro ubicada en el techo de la unidad, generando un boquete por el cual se escaparon. Este agujero, que se encontraba a más de cinco metros de altura, se encontraba en una zona elevada de la cárcel, lo que dificultó el acceso y la detección inmediata.
Se especula que el plan de fuga estuvo liderado por Rogelio Rojas Cisterna, un delincuente con un largo historial delictivo. Condenado a 11 años y seis meses de prisión, Rojas Cisterna es conocido por haber protagonizado varias fugas en unidades de detención de la región. El recluso, con un extenso prontuario por robos agravados, varios de ellos cometidos en banda, es considerado uno de los internos más peligrosos de la provincia.
Los otros tres fugados son Lucas Nicolás Cruces, quien se encontraba con prisión preventiva por robo de vehículos, y que en febrero de 2024 ya había logrado escapar de la Comisaría Tercera de Neuquén; Diego Ezequiel Bastías, condenado por el intento de femicidio de su expareja embarazada, y por lesionar a su hijo de 5 años durante un ataque violento; y Josué Jeremías Fresco, quien también cumplía condena y se encontraba bajo prisión preventiva.
Las autoridades no descartan que los fugados hayan recibido algún tipo de ayuda desde el exterior, aunque por el momento este aspecto está siendo materia de investigación.
“El lugar del boquete es elevado, con parantes y algunas ventanas. Tiene una altura importante, más de cinco metros seguro”, explicó Pizarro, quien aseguró que las cámaras de seguridad del establecimiento están siendo revisadas, así como las de las zonas cercanas a la unidad.
A pesar de la fuga, el comisario destacó que de los once reos que tenían acceso al boquete, solo cuatro lograron escapar. “Gracias a Dios se escaparon cuatro”, indicó, mostrando cierta tranquilidad ante lo que podría haber sido una fuga de mayor magnitud.
Por el momento, las autoridades continúan con las requisas y el análisis de las imágenes de las cámaras, en un intento por esclarecer cómo se produjo la fuga y si hubo algún tipo de colaboración externa. La investigación sigue abierta, y la policía no descarta ninguna hipótesis sobre las circunstancias que rodearon este escape.