Una madrugada marcada por el fuego y el miedo
La tranquilidad de la madrugada se rompió en cuestión de minutos cuando dos casillas de madera ardieron por completo en la Toma 7 de Mayo, un sector que con los años se fue transformando en barrio, pero donde aún persisten viviendas muy precarias y pegadas entre sí.
El comisario José Rivas, jefe del cuartel 6 de Bomberos de la Policía, relató en AM550 que a las 1:50 recibieron el aviso del comando radioeléctrico sobre un incendio que avanzaba rápidamente.
“Dos casillas precarias de madera, lindantes. Daños considerables, pérdidas totales”, explicó el uniformado.
“Dos familias se quedaron sin nada”: el impacto inmediato
Cuando los bomberos llegaron, las llamas ya habían consumido casi todo. La cercanía entre las viviendas y la radiación del fuego hicieron que una casilla prendiera fuego a la otra en pocos minutos.
Rivas confirmó la gravedad de la situación: “Dos familias se quedaron sin nada”.
Ambas lograron salir por sus propios medios, pero ya estaban afectadas por la inhalación de humo. Ante la urgencia, se trasladaron en el auto de uno de los afectados hasta el hospital.
Allí fueron asistidas por principio de intoxicación. “Afortunadamente fue principio de intoxicación, en una hora les dieron el alta”, indicó el comisario.
El trabajo de los bomberos y el peligro de una tragedia
Por el nivel del fuego y el riesgo de propagación, Rivas solicitó apoyo inmediato:
“Por el peligro inminente pedimos segunda dotación del cuartel dos de Gregorio Álvarez”.
El trabajo de contención se extendió varios minutos debido a la cantidad de material combustible en la zona. Las llamas podían verse desde distintos sectores de la ciudad.
La rápida reacción evitó que el incendio alcanzara las casillas vecinas, ubicadas a pocos metros. “Por suerte daños materiales y no de víctimas”, remarcó Rivas.
Las familias regresaron… y ya no había nada
Horas después del incendio, el área de Siniestros de Bomberos comenzó a trabajar para determinar el origen del fuego. “Está trabajando personal idóneo para estudiar las posibles causales”, confirmó el comisario.
Las familias, entre el humo y los restos calcinados, volvieron al lugar. Allí se encontraron con lo que quedaba de sus hogares: nada.
Sus pertenencias, muebles, ropa, documentación y recuerdos quedaron reducidos a cenizas en una madrugada angustiante que pudo terminar en tragedia.