Juan Pablo Roca tenía 25 años, uniforme puesto y estaba en funciones. Pero cuando su corazón dijo basta tras forcejear con un detenido, la aseguradora Horizonte ART se lavó las manos: "Fue una enfermedad congénita", adujeron. La Cámara del Trabajo de Cipolletti reconoció que la muerte se originó por un esfuerzo físico y deberán indeminizar a sus familiares.
El joven agente de la Policía de Río Negro murió en plena tarea, en la Comisaría 32° del barrio La Paz, mientras intentaba contener a un detenido alterado. No fue un accidente de tránsito, ni un disparo, ni una persecución. Fue algo más silencioso, más cruel: una miocardiopatía hipertrófica que lo fulminó después del esfuerzo físico. Pero eso no lo hace menos laboral. Al contrario.
El forcejeo, la risa sin sentido y el derrumbe
El cuartelero intervino en un enfrentamiento breve pero intenso. Salió de la celda con escoriaciones, ropa rota y una actitud que alarmó a todos: reía sin motivo y no respondía preguntas. Minutos después, se desplomó. La asistencia médica no alcanzó. Murió pocas horas después.
La autopsia reveló la enfermedad cardíaca. Horizonte ART, rápida para rechazar, dijo que era una patología preexistente. Como si el uniforme no contara. Como si el esfuerzo físico no tuviera nada que ver. Como si el trabajo policial fuera un paseo por la plaza sin esfuerzo físico.
La madre del agente no se quedó callada. Denunció que nunca se le hicieron los controles médicos obligatorios. Y tenía razón: un simple electrocardiograma habría detectado la miocardiopatía. Lo dijo la perito médica del tribunal. Lo ignoró la ART.
La Cámara del Trabajo aplicó el criterio del Superior Tribunal de Justicia de Río Negro: si el trabajo interviene, aunque sea parcialmente, en el daño, la ART debe responder. Y en este caso, intervino. Con fuerza.
Indemnización con intereses y un mensaje claro
El fallo fue contundente: la muerte ocurrió “en ocasión de trabajo”. La aseguradora no cumplió con las medidas de prevención. Y ahora deberá pagar la indemnización correspondiente, con intereses desde el día del hecho. Tarde, pero justo.