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Martes 02 de Diciembre, Neuquén, Argentina
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Entraderas violentas: los detenidos en los allanamientos debían estar presos, pero fueron beneficiados

Dos hombres que no debían estar en la calle quedaron detenidos por la brutal entradera de España al 1100. Uno tenía tobillera recién colocada y el otro arrastraba una condena de prisión efectiva. Las decisiones judiciales que los liberaron quedaron bajo fuerte sospecha.

Martes, 02 de diciembre de 2025 a las 16:58
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La Policía de río Negro comenzó la jornada del martes con ocho allanamientos de manera simultánea para dar con la banda que cometió una entradera violenta la semana pasada en Roca. El operativo fue calificado como exitoso porque permitió detener a dos hombres que serían aquellos que bajaron de un auto, treparon a un paredón y tomaron por sorpresa a una familia. A medida que pasan las horas se conocieron detalles de quiénes son los detenidos. Ambos, además de compartir el trabajo espurio, también gozaron de privilegios judiciales, por eso estaban en libertad.

Una imagen, del video difundido por los allanamientos, revela el lado más oscuro del sistema judicial, al menos uno de ellos tenía colocada una tobillera electrónica mientras un policía lo subía a un patrullero. A partir de una imagen, Mejor Informado pudo acceder al nombre de los detenidos y a sus prontuarios. Y en ambos casos, los dos obtuvieron recientemente beneficios de la Justicia para evitar estar presos. Uno debía estar cumpliendo prisión efectiva por robos armados y el otro tenía una tobillera electrónica, colocada apenas unas horas antes de la entradera. Los dos estaban en la calle cuando no debían, y los dos terminaron haciendo lo que mejor saben hacer: delinquir.

El reincidente que la Justicia dejó libre

Si hay un nombre que retumba en los pasillos de los policías de la Brigada de Investigaciones de Roca, es el de César Ernesto Carrillo, de 30 años, un historial que parece un catálogo de delitos violentos y una condena que, por razones que nadie termina de explicar, no está cumpliendo.

En junio de 2023, Carrillo llegó a un acuerdo con la querella y se sometió a un proceso abreviado. Fue sentenciado por robo agravado por el uso de arma cuya aptitud para el disparo no ha sido acreditada en concurso real con daño. La condena incluyó la unificación de la pena, por otro hecho similar: robo agravado por el uso de arma de fuego no apta para el disparo en grado de tentativa. 

El juez Gustavo Quielín fue claro:  "Imponer como pena única la pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo" y mantener la declaración de tercera reincidencia. Pero pasaron cosas. Antes de agotar la pena, fue beneficiado por el mismo sistema que lo condenó y gozaba de libertad condicional. Así se paseó libremente por Roca, hasta que las cámaras de seguridad lo volvieron a mostrar donde siempre: al lado de un arma, con el rostro tapado y sometiendo a una familia a puro terror

Carrillo no es un improvisado: es un profesional del robo violento. Y estaba en libertad.

Le pusieron la tobillera a la mañana y la esternó a la noche

El otro detenido es Cristian Agustín Campos, de 21 años. Un joven que la Justicia decidió "controlar" mediante una tobillera electrónica tras una causa de violencia de género denunciada por su ex pareja. Luego de algunas horas de estar preso, en la audiencia de formulación de cargos, el juez aceptó que debía quedar libre, que no había razón para mantenerlo detenido.

Como medida cautelar, decidió que debía tener seguimiento por GPS. Por eso para liberarlo, le colocaron una tobillera electrónica. Además de la prohibición de acercarse a su ex, ordenada el jueves por la mañana. Pero el mismo jueves, cerca de las 21, estrenó la resistencia del dispositivo, sirvió para correr al bajar del auto, también para escalar el paredón y hasta para pegarle una violenta patada a la puerta de la casa de España al 1.100.

El dispositivo, pensado para monitorear sus movimientos, terminó siendo el testigo involuntario de su rapidísima vuelta al delito.
Libertad condicional, prohibición de acercamiento, y un control que no controló nada.

Allanamiento positivo

Del procedimiento ordenado por la Justicia participaron 20 agentes y 10 móviles, además de personal del COER y de distintas unidades que aportaron apoyo operativo y de investigación. En las distintas casas allanadas se secuestraron joyas descripta por las víctimas de la entradera, prendas de vestir utilizadas durante el robo y dispositivos celulares que ahora serán peritados. También se incautaron otros elementos de interés que refuerzan la hipótesis de la participación directa de los detenidos en el violento episodio.

Además de la detención de Carrillo y Campos, una tercera persona quedó involucrada en la causa y la Justicia deberá decidir en la audiencia de formulación de cargos su participación. Y un menor de 16 años que atacó a los uniformados y se le inició una causa por atentado y resistencia a la autoridad.

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