Un operativo de rutina en la tarde del lunes en Regina terminó revelando una trama de delitos que conecta tres ciudades; un Chevrolet Prisma azul con patente trucha, joyas y dólares en su interior, y dos viedmenses detenidos y uno estaba prófugo con pedido de detención vigente en Bahía Blanca. El auto en cuestión había sido visto en diferentes robos ocurridos en los últimos días en la ciudad.
Ayer poco antes de las 17, cuando efectivos de la Comisaría 5° se dirigieron hacia la Avenida General Paz, frente a la Chacra N°79. Allí, personal de la Comisaría 35° había interceptado un Chevrolet Prisma azul, cuyos ocupantes levantaban sospechas. La coincidencia no era menor: ese mismo vehículo ya había sido vinculado a hechos delictivos en días previos.
Al revisar el rodado, los policías constataron que las patentes presentaban signos evidentes de falsificación. No fue lo único: la cédula de identificación vehicular también estaba adulterada. La verificación del motor y chasis confirmó lo más grave: el Prisma tenía un pedido de secuestro vigente desde el 2 de septiembre, solicitado por la Policía Federal Argentina.
Los ocupantes: uno prófugo, otro sospechoso
Los dos hombres fueron identificados como Cristian Ernesto Parra Quiñenao (45) y Fabio Nicolás Echegaray (34), ambos oriundos de Viedma, el primero del Loteo Silva y el restante del barrio 20 de Junio. La situación se tornó explosiva cuando se verificó que Parra Quiñenao tenía un pedido de detención vigente emitido por el Juzgado de Garantías N°3 de Bahía Blanca, en el marco de un legajo judicial abierto en noviembre relacionado al robo con inhibidores de alarmas.
La requisa de urgencia arrojó un resultado que refuerza la sospecha de actividades ilícitas: una cadena y una pulsera de oro; 200 dólares; dos teléfonos celulares, la cédula vehicular adulterada.
Estos elementos, secuestrados en presencia de testigos, configuran un cuadro que va más allá de una simple infracción administrativa.
Con todos los elementos sobre la mesa, la Justicia ordenó iniciar un legajo por secuestro automotor y encubrimiento. El caso no solo involucra a la jurisdicción local, sino que conecta a Regina con Viedma y Bahía Blanca, mostrando cómo los delitos se entrelazan en distintas ciudades y ponen en jaque a las fuerzas de seguridad.