Por orden de la Justicia Federal, una veintena de efectivos de la Policía Federal irrumpió en el predio “La Ponderosa”, el conocido salón de eventos de Fernández Oro, para concretar el desalojo de los últimos ocupantes, familiares del ex secretario General del gremio de la Fruta, Rubén López.
El establecimiento, que fue un símbolo del poder económico del ya fallecido gremialista, quedó en la mira de la Justicia por haber sido adquirido con fondos provenientes del lavado de dinero. La investigación federal determinó que esos fondos pertenecían al sindicato y a la mutual de los embaladores, que López presidió durante años.
El operativo, que sorprendió a vecinos y curiosos por igual, se desarrolló en un clima de tensión: familiares directos del ex dirigente gremial aún vivían dentro del predio ubicado a la vera de la ruta 22. Fuentes allegadas confirmaron que la acción responde a una resolución firme que ordena la expropiación del inmueble y su cesión a Gendarmería Nacional.
Si bien hace años que la Justicia Federal resolvió expropiar la fastuosa propiedad enclavada en dos chacras de 9 y 3 hectáreas, la familia del sindicalista pretendía su recuperación, al igual que el Sindicato de la Fruta, a través de los vínculos cercanos del actual secretario General Marcos Bielma con la diputada nacional libertaria Lorena Villaverde.
Se supo que el edificio principal estaba ocupado por Ángela Mariana Villar, la última pareja de López, quien vive en ese lugar en compañía de sus dos hijos, de los cuales uno es menor de edad. La mujer no ofreció resistencia ante el avance de los uniformados, sin embargo no se fue del predio. Es que aceptó abandonar esa construcción, identificada en la orden de desalojo judicial, y se trasladó con sus cosas a otra vivienda más pequeña dentro de las 9 hectáreas. Ahora la Justicia deberá librar una nueva orden para que Gendarmería tenga la tenencia total de "La Ponderosa".
Con esta medida, el Estado recupera un bien adquirido de forma ilícita y se prepara para darle un nuevo destino: allí se instalará el Escuadrón “Vaca Muerta" de Gendarmería, encargado de controlar el tránsito y la seguridad en las rutas clave de la cuenca neuquina, en una zona de creciente interés estratégico y económico.
El caso López dejó una profunda huella en el sindicalismo regional. Investigado por enriquecimiento ilícito y lavado de activos, el ex dirigente murió antes de enfrentar una condena por el delito de defraudación, sin embargo tenía sentencia firme por violación a una moza del predio, ocurrido después de una cena de la peña de Boca Juniors.