Por orden de la Justicia Federal, una veintena de efectivos de la Policía Federal irrumpió en el predio “La Ponderosa”, el conocido salón de eventos de Fernández Oro, para concretar el desalojo de los últimos ocupantes, familiares del ex secretario General del gremio de la Fruta, Rubén López.
El establecimiento, que fue un símbolo del poder económico del ya fallecido gremialista, quedó en la mira de la Justicia por haber sido adquirido con fondos provenientes del lavado de dinero. La investigación federal determinó que esos fondos pertenecían al sindicato y a la mutual de los embaladores, que López presidió durante años.
El operativo, que sorprendió a vecinos y curiosos por igual, se desarrolló en un clima de tensión: familiares directos del ex dirigente gremial aún vivían dentro del predio ubicado a la vera de la ruta 22.
Fuentes allegadas confirmaron que la acción responde a una resolución firme que ordena la expropiación del inmueble y su cesión a Gendarmería Nacional.
Con esta medida, el Estado recupera un bien adquirido de forma ilícita y se prepara para darle un nuevo destino: allí se instalará el Escuadrón “Vaca Muerta" de Gendarmería, encargado de controlar el tránsito y la seguridad en las rutas clave de la cuenca neuquina, en una zona de creciente interés estratégico y económico.
El caso López dejó una profunda huella en el sindicalismo regional. Investigado por enriquecimiento ilícito y lavado de activos, el ex dirigente murió antes de enfrentar una condena. Sin embargo, el proceso penal avanzó sobre sus allegados y sobre los bienes que formaron parte de su patrimonio personal y gremial.