¿Quiere recibir notificaciones de alertas?

Sábado 02 de Agosto, Neuquén, Argentina
Logo Am2022

La dejaron tirada en la Ruta 7: dolor por la mamá que murió atropellada en Centenario

El choque fue a la altura del cementerio. La mujer que conducía el auto escapó tras el impacto y se entregó más tarde. La escuela de su hijo suspendió las clases y la ciudad exige justicia.

Por Redacción

Viernes, 01 de agosto de 2025 a las 15:34
PUBLICIDAD

Centenario amaneció con una noticia devastadora. Una mujer de 53 años murió este viernes por la mañana tras ser atropellada en el ingreso a la ciudad. Viajaba en moto cuando fue embestida por un auto que, tras el impacto, se dio a la fuga sin prestarle asistencia. Murió en el acto.

La escena fue frente al cementerio local, sobre la Ruta 7, una de las más transitadas de la zona. El choque fue alrededor de las 8:30, cuando muchas personas comenzaban su día. En segundos, la ruta se convirtió en un lugar de tragedia: una moto destruida, una vida apagada, una comunidad paralizada.

Elizabeth Martínez, de 53 años era madre de un estudiante de la EPET 22, y su muerte provocó una conmoción tan grande que la institución decidió suspender las clases por duelo. Desde el anexo escolar emitieron un comunicado donde expresaron su acompañamiento a la familia en este momento irreparable.

“Nos solidarizamos y acompañamos a la familia del estudiante en este difícil momento”, fue el escueto mensaje que alcanzó para reflejar la magnitud del dolor.

En un principio, la persona que conducía el auto huyó del lugar. Horas más tarde, se presentó de manera voluntaria en una comisaría. El vehículo fue secuestrado para ser sometido a peritajes, mientras que la fiscalía trabaja con cámaras de seguridad de la zona para reconstruir con precisión cómo fue el impacto.

La mujer que conducía quedó sujeta a la investigación. La Fiscalía analiza una posible formulación de cargos por el hecho, que podría agravarse por el abandono de persona seguido de muerte.

La Ruta 7 volvió a ser escenario de una muerte evitable. Una familia quedó destruida, una escuela quedó en silencio y una ciudad se llenó de preguntas.

Mientras tanto, en el barrio, en la escuela, entre vecinos y compañeras de trabajo, todos repiten el mismo sentimiento: una angustia difícil de explicar, y una bronca imposible de disimular.

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD