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Crimen de Valeria Lobos: la familia aceptó que su expareja no fuera condenado por femicidio

Mediante un acuerdo, aceptaron que Franco Montoya cumpla una pena por homicidio agravado por uso de arma de fuego. El asesinato fue en Centenario ¿A qué se debe el cambio?

Miércoles, 13 de agosto de 2025 a las 16:53
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El crimen de Valeria Lobos fue el 12 de octubre de 2024

Finalmente, en el marco de una audiencia, el abogado que representa a la familia de Valeria Lobos (la joven de 36 años que en octubre de 2024 fue baleada en su casa de Centenario por su ex pareja, Franco Montoya) aceptó un acuerdo y el hombre será condenado por homicidio agravado por uso de arma de fuego, y no por femicidio.

La decisión es más que llamativa porque en los últimos meses la familia se manifestó en contra del cambio de carátula, que inicialmente decidió la jueza Carina Álvarez. Es que con ese giro la pena pasaría de perpetua a una condena máxima de 25 años.

No sólo el núcleo íntimo de la víctima objetó esa decisión. La determinación encendió la polémica por el precedente que podría generar en casos similares.  

Cabe recordar que durante el inicio de la investigación  la fiscalía imputó a Montoya por el delito de homicidio agravado por femicidio y por uso de arma de fuego. Pero en  la audiencia de hoy el juez de garantías Luis Giorgetti coincidió con la mirada de la jueza Álvarez, y desestimó el agravante de femicidio, que se excluyó del delito.

Este magistrado homologó el acuerdo, declaró la responsabilidad penal como fue solicitado y en breve tendrá que definir condena.

¿Cómo fue el crimen de Valeria Lobos?

El crimen de Valeria Lobos fue el 12 de octubre de 2024. La joven, de 36 años, fue baleada en su casa, ubicada en las calles Benito Machado y Mari Menuco, de Centenario. En esa vivienda comenzó  a convivir con Franco Montoya. Durante su convivencia hubo reproches porque el hombre no contribuía económicamente para los gastos. Como la situación no varió, ella le pidió que se fuera, y comenzó a acercarle sus pertenencias. Eso provocó la ira de su compañero, que tomando un arma ‘tumbera’, de fabricación casera, la baleó en su abdomen y huyó.

De hecho, el violento estuvo unos días prófugo de la Justicia. Mientras tanto la joven estuvo hospitalizada dos meses luchando por su vida. Pero la herida fue tan grave que en diciembre, tras varias operaciones fallidas, murió.

Las polémicas fundamentaciones de la jueza Álvarez, que avaló el juez de garantías

«No toda muerte de una mujer es un femicidio», dijo oportunamente la jueza. “Para calificar un homicidio como femicidio debe probarse que ocurrió en un contexto de violencia de género. En este caso, tanto la Fiscalía como la querella omitieron en su acusación hechos concretos que evidenciaran esa situación previa” insistió.

No se puede ir a juicio a probar un femicidio si no se acusó un femicidio. No se puede juzgar a alguien por lo que le hizo a sus anteriores parejas. Nuestro sistema penal es de acto, no de autor» amplió.

Ahora, pese a las críticas previas, quiénes representan a la familia terminaron aceptando este planteo.

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