La Policía de Río Negro desbarató dos kioscos narco en la región del Alto Valle, tras un operativo que incluyó allanamientos y secuestro de drogas, armas y una moto robada en Neuquén. La banda tenía en su poder alrededor de 50 gramos de tusi, conocida como cocaína rosa, valuada en cerca de 1,5 millones de pesos. La investigación comenzó a raíz de una denuncia por un hecho violento en Fernández Oro, que sería el cobro de una deuda por venta de estupefacientes.
Todo comenzó en Fernández Oro, cuando dos hombres armados irrumpieron en la habitación donde dormía un joven de 18 años junto a su novia, de apenas 15. Los agresores buscaban a un tercero conocido como “el flaco Ian”. Armados con una pistola tumbera y golpeando con puños y patadas, hirieron al hombre y tironearon del pelo a la adolescente. Antes de retirarse, se llevaron la moto Honda negra de la víctima.
Lo que en principio parecía un robo común, rápidamente derivó en una investigación por narcotráfico y cobro de deudas. La referencia a “flaco Ian”, junto a la violencia ejercida y los elementos hallados posteriormente en Allen, sugieren que la víctima de 18 años fue blanco de un apriete relacionado con narcomenudeo.
Posteriormente, con los datos obtenidos por la denuncia policial realizada por la víctima en la Comisaría 26° de Fernnández Oro, en la Policía de Río Negro allanó dos domicilios en jurisdicción de la Comisaría 33°, en Allen vinculados a los agresores. En la primera casa se encontraron armas de fabricación casera, una réplica de rifle de aire comprimido, cartuchos, pasamontañas, cuchillos, una funda porta placa con handy y una moto Bajaj Dominar 250 cc, con pedido de secuestro por robo en Neuquén. La evidencia vinculaba a los ocupantes con encubrimiento y operaciones delictivas más allá del robo inicial.
En la segunda vivienda, la situación escaló: los investigadores hallaron una réplica de arma larga con mira telescópica, balanza digital, múltiples cartuchos de distintos calibres, y drogas. Entre ellas, marihuana y alrededor de 50 gramos de sustancia rosa, conocida como tusi o cocaína rosa, que dieron positivo en test orientativo para anfetaminas. La presencia de drogas y balanza digital confirma el vínculo con narcomenudeo, reforzando la hipótesis de que la irrupción violenta en Fernández Oro no fue un robo cualquiera, sino el cobro de una deuda.
La cronología de los hechos y la evidencia colectada permiten reconstruir un patrón: el joven de 18 años sirvió como intermediario o aviso para localizar a otro implicado en el tráfico de drogas. La violencia física, el uso de armas caseras y réplicas, y la sustracción de bienes son signos de una acción organizada, con intimidación directa y clara intención de ajustar cuentas.
La investigación sigue abierta, con la Justicia Federal trabajando para esclarecer la red completa detrás de estos hechos. Por ahora, los allanamientos y el secuestro de drogas, armas y motos evidencian que los kioscos narcos en la región del Alto Valle operaban bajo la protección de la violencia y la amenaza,.