Lo que comenzó como un simple llamado por un auto mal estacionado terminó resolviendo un caso de robo. Este jueves por la noche, un Jeep Compass blanco fue hallado sin ocupantes y en aparente estado de abandono en la esquina de Combate de San Lorenzo y Elordi, en el centro de Neuquén capital. A simple vista, parecía solo un descuido. Pero la historia escondía algo más.
Eran cerca de las 22:20 cuando efectivos de la Comisaría Tercera llegaron al lugar tras recibir un aviso de vecinos: el vehículo bloqueaba el paso y no había rastro de su dueño. Ante la sospecha, los agentes decidieron verificar el dominio con el Departamento Sustracción de Automotores, y entonces se confirmó el misterio: el rodado tenía pedido activo de secuestro por robo.
El sistema marcó una alerta por “sustitución de dominio”, una maniobra habitual en vehículos robados para ocultar su verdadera procedencia. Pero además, el grabado en los cristales coincidía con otro vehículo reportado como robado, lo que terminó de despejar cualquier duda.
La investigación arrojó que el pedido de secuestro había sido emitido por la Comisaría Cuarta, en el marco de una causa por robo que seguía abierta.
Inmediatamente fue informada la fiscal Silvia Garrido, de la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos, quien dispuso el secuestro preventivo y la requisa del vehículo. El operativo contó con la colaboración del personal de Tránsito Municipal, que trasladó el Jeep al predio judicial ubicado en Rodolfo Inda y Taquimilán.
Ahora, el auto quedó a disposición de la Justicia, y la causa suma un nuevo capítulo en la investigación sobre el circuito de autos robados en la provincia.