La madrugada de este sábado volvió a exponer el drama que viven los vecinos del Alto neuquino: Leloir sigue siendo una trampa mortal para quienes circulan y para quienes viven en la zona.
Pasadas las 8, una camioneta Peugeot Partner blanca se cruzó de carril y terminó incrustada contra la parte trasera de un camión que descargaba insumos en una panadería, a la altura del 200, entre las calles Santa Fe y Maestros Neuquinos.
El impacto no dejó heridos graves, pero la escena volvió a encender la bronca de quienes ya no soportan la imprudencia en esa arteria. Según relató un encargado de un edificio, el conductor de la camioneta se habría quedado dormido y, además, aseguró que era evidente que habría consumido alcohol antes de manejar.
En el lugar trabajó personal de la Policía, una ambulancia del SIEN. Se desconoce el estado de salud del joven que conducía la camioneta.
Una calle que parece autopista
Este choque ocurre apenas horas después de que en la misma calle se realizaran controles de velocidad que dejaron cifras alarmantes: vehículos circulando a más de 100 km/h en un tramo urbano. Los operativos habían sido dispuestos para frenar la imprudencia, pero la realidad mostró que el peligro persiste.
El conductor del camión y su acompañante resultaron ilesos, aunque el hecho volvió a instalar la discusión sobre el control y la sanción a quienes usan Leloir como si fuera una autopista, sin medir el riesgo ni el daño que pueden provocar.